Mar Espinar ha defendido la creación de una “potente oficina de cine para Madrid y no la improvisación planteada desde el área de Cultura, con escaso presupuesto, sin plan de presente y futuro que, lógicamente, se está desmoronando”, ha señalado durante la Comisión de Cultura y Deportes del Ayuntamiento en la que la concejala socialista ha preguntado por la nueva Film Office de Madrid.
Recurriendo a una de las frases de la película King Kong (“No fueron los aviones, fue la bella la que mató a la bestia”), Espinar ha señalado que no es la oposición quien ataca la iniciativa de crear una oficina del cine en la ciudad, “sino la falta de seriedad política del área de Cultura”.
¿A qué se refiere la concejala? A que el proyecto presentado por Cultura fue absolutamente improvisado, está dotado con escaso presupuesto, carece de plan concreto de presente y futuro, ha dejado fuera a las asociaciones del sector cinematográfico y ha desplazado, sin criterio aparente, a reputados profesionales de este ámbito de un lado a otro –como sucedió con Olaciregui, que pasó a Documenta Madrid y después dimitió- para sustituirlos por otros de brillante trayectoria pero que han sido colocados “a dedo”.
Otros problemas detectados tampoco mejoran la perspectiva de futuro: quedan cinco meses para que se celebre Documenta Madrid y los dos responsables han dimitido; el proyecto de Cineteca arranca pero sin que se sepa la dotación de equipos humanos, “si se va a emplear personal de la casa o si se va a contratar un nuevo equipo a dedo”, ha añadido la edil. Y entre medias, se anuncia un paquete de medidas sin especificar si proceden de reuniones antiguas con el sector, de ideas propias o del proyecto de la nueva directora. “La incertidumbre es una constante en la que se mueve el Área de Cultura”, ha indicado.
Espinar ha sido rotunda con la posición del Grupo Municipal Socialista: “siempre hemos apostado por una oficina del cine en Madrid y por potenciar el cine en la ciudad, eso sí, haciéndolo entre todos y con una propuesta seria, con transparencia en vez de con el hermetismo con el que ustedes han manejado esta iniciativa”. “Es necesario apostar por el cine con mayúsculas, con diagnóstico, proyecto y un presupuesto que no se escriba con lápiz para borrarlo cuando convenga”, ha continuado.
“El cine mueve empleos, enriquece culturalmente y puede ser un motor importante para desarrollar los distritos. Madrid necesita una oficina del cine que sea fuerte, un plan de actuación concreto y equipararse poco a poco con las capitales europeas que llevan años apostando por la cultura como forma de desarrollo económico y social”, ha terminado.