Javier García Pajares será el primer Erasmus sordociego; concretamente viajará a finales de año a Londres para realizar un semestre de estancia en la Regent´s University of London.
Antes de viajar, Javier necesitará un mediador que venga a España unos meses para aprender su sistema de comunicación, ya que es diferente en cada país, un técnico de rehabilitación que le enseñe los recorridos y una persona que arregle sus herramientas de tiflotecnología, un coste aproximado de más de 5.000 € mensuales. Después de más de año y medio de gestión, será la Fundación ONCE la que financie la mediación.
Para el estudiante, sumando todas las becas de la administración y de distintas fundaciones, no será posible afrontar el gasto: «La UAM se ha implicado mucho en ayudarme y en hacer todo lo que tenía al alcance de su mano desde el principio. Las universidades no pueden asumir la financiación», comenta Javier.
El presidente de la Fundación ONCE para la Atención a Personas con Sordoceguera (FOAPS), Andrés Ramos, en un acto celebrado con motivo del Día Internacional de las Personas Sordociegas, ha hecho público el propósito de Javier: “El hecho de que quiera hacer un Erasmus como cualquier otro alumno es un hito importante y un referente para otras personas que están peleando en su ámbito educativo, formativo o laboral», ha señalado.
Se considera que una persona es sordociega cuando en ella se combinan dos deficiencias sensoriales (visual y auditiva) que dificultan su acceso a la información, a la comunicación y a la movilidad.
Esta discapacidad afecta de forma grave las habilidades necesarias para llevar una vida autónoma, requiere de servicios especializados, personal formado para su atención y métodos especiales de comunicación.