Esta mañana, Enrique Villalobos, presidente de la FRAVM y Marta Higueras, delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento de Madrid, han firmado la renovación de los Planes de Empleo de Barrio, un exitoso proyecto dirigido a mejorar las condiciones de acceso al empleo de personas en paro de barrios desfavorecidos de la capital. Desde 2009, los dinamizadores de empleo de la FRAVM, coordinados con la Agencia para el Empleo, han atendido a más de 6.000 personas en el marco de estos planes.
Después de llevar un año en situación de desempleo, Rosario Jiménez (Charo), cocinera de 52 años, se incorporó el pasado 16 de marzo al Plan de Empleo de Barrio de Gran San Blas, una de las zonas con mayor paro de la capital. Ese día fue acogida por la dinamizadora de empleo del barrio, Marta Temperán, en el Espacio Vecinal Montamarta. “La dinamizadora me proporcionó información muy valiosa sobre recursos y bolsas de empleo, y me echó una mano en mejorar mi currículum, y a llevarlo en mi móvil, para poder enviarlo desde allí a ofertas de trabajo, cosas que yo no sabía hacer”, indica Jiménez, antes de desvelar el resultado final de ese encuentro con Marta: “un mes y medio después encontré un trabajo como responsable de cocina para una empresa de catering que se encuentra a diez minutos de autobús de mi casa, tengo un buen horario y posibilidades de hacerme fija”.
Desde entonces, Charo se ha convertido en una auténtica “propagandista” del Servicio de Dinamización de Empleo de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) en San Blas. “Doy el teléfono de la dinamizadora a mucha gente que está en paro y no conoce un servicio que funciona tan bien. Tengo tres hijos, y uno de ellos tiene una minusvalía. También ha sido atendido por la dinamizadora y ya le han llamado para hacerle un prueba en septiembre como conductor de autobús. Los dos estamos muy contentos y agradecidos”.
Es evidente que no todas las personas que acuden al Servicio de Dinamización de Empleo de la FRAVM obtienen los mismos resultados que Charo, pero en general sus usuarios lo valoran de manera muy positiva, en parte por su carácter accesible y de proximidad, rasgos que ha destacado esta mañana Enrique Villalobos, presidente de la federación vecinal, tras firmar con Marta Higueras, delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento de Madrid, la renovación de los Planes de Empleo de Barrio. En el acto de firma, que ha tenido lugar en el Palacio de Cibeles, han estado también presentes el responsable de Empleo de la FRAVM, Vicente Pérez Quintana, y la directora gerente de la Agencia para el Empleo del consistorio, Belén García. “El Servicio de Dinamización de Empleo, que desarrolla su actividad en las asociaciones vecinales, es un recurso muy valorado en los barrios, y gracias a él han encontrado trabajo muchas personas, más que a partir de otros recursos similares”, indicó Villalobos, antes de subrayar la importancia de la permanencia de un proyecto que arrancó en 2009: “gracias a la continuidad de los Planes de Empleo, este recurso, dirigido a mejorar las condiciones de empleabilidad de las personas con más dificultades de nuestros barrios, se ha convertido en toda una referencia”.
Para Marta Higueras, este convenio representa las “señas de identidad de la gestión del Ayuntamiento de Madrid: apertura, transparencia, colaboración y participación. Trabajamos con nuestras ciudadanas y ciudadanos, ayudándoles y acompañándoles en el camino hacia el empleo”.
Una veintena de barrios, de once distritos madrileños, focalizan las actuaciones de dinamización de empleo que contempla el convenio. Son: Bellas Vistas-Almenara (Tetuán), Poblados A y B (Fuencarral-El Pardo), Comillas y San Isidro-Alto de San Isidro (Carabanchel), Almendrales (Usera), Pozo-Entrevías, Fontarrón y Palomeras Bajas (Puente de Vallecas), Ensanche de Vallecas (Villa de Vallecas), La Elipa y San Pascual (Ciudad Lineal), Embajadores (Centro), Polígonos A y C, El Ruedo de Moratalaz y Zona El Vandel (Moratalaz), Gran San Blas-Simancas (San Blas-Canillejas) y Villaverde Alto y San Cristóbal de los Ángeles (Villaverde).
La FRAVM despliega un equipo de 8 dinamizadores de empleo, con formación universitaria en ciencias humanas y sociales y expertos en orientación para el empleo, más un coordinador. Su objetivo: captar, con respeto al principio de igualdad y no discriminación, a 900 personas, empadronadas en los barrios antes citados, desempleadas y, que por sus circunstancias personales y sociales, se encuentran con más dificultades para acceder a un empleo. De ellas, 630, el 70%, se incorporarán a un proceso de orientación laboral a realizar por el Servicio de Información y Orientación Profesional de la Agencia para el Empleo, entidad que aporta 350.000 euros para financiar el proyecto. Una cifra que incluye tanto los gastos de personal como de recursos materiales y técnicos.
Marta Higueras destacó también la implicación vecinal, a través de sus asociaciones, en la elaboración de los planes e interviniendo de forma integrada con los técnicos de la Agencia para el Empleo, y el cauce de colaboración institucional abierto para conseguir que la ciudadanía participe en las decisiones que le afectan directamente.
Siete años trabajando en y por los barrios
La colaboración del Ayuntamiento con la FRAVM tiene largo recorrido. Desde hace siete años, en el marco de los llamados Planes de Barrio, se está interviniendo en 26 zonas que, por sus significativos desequilibrios territoriales, se consideran prioritarias para la acción municipal, consensuada y coordinada con la federación. Elemento clave de esas actuaciones ha sido el empleo, abordado desde un ángulo diferenciador e innovador sobre las políticas generales de empleo: profundizar en quienes sufren en mayor medida los procesos de desigualdad, con atención personalizada, atendiendo a su situación, habilidades… para orientarles y darles la formación específica que les facilite el acceso al mercado laboral.
Desde 2009 cerca de 6.000 vecinos y vecinas sin empleo y en riesgo de exclusión social han sido atendidos por los dinamizadores y se han impartido 157 cursos de formación que han permitido a más de 2.000 personas, con especiales dificultades de acceso al mercado laboral, aprender oficios acordes a su cualificación. La inversión de la AE en estos planes supera los 2,6 millones de euros. El año pasado los dinamizadores de empleo atendieron a 2.094 personas y en el primer semestre de este año ya han atendido a casi un millar. De estos últimos, el 60% carece de cualquier tipo de ingreso, el 42,8% lleva más de un año en paro y el 25% tiene nacionalidad extranjera.
Pero además de la cantidad, son destacables otros criterios cualitativos que no reflejan con tanta claridad las cifras. Por ejemplo, el cambio de actitud personal de muchos desempleados, la participación vecinal y la colaboración institucional. En el primer caso, muchos desempleados que habían abandonado la búsqueda activa de empleo, la han retomado, con ilusiones renovadas y con habilidades prelaborales nuevas que de otra forma no hubieran adquirido.