La Plataforma Ecologista Madrileña, formada por la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono –ARBA-, la Asociación Ecologista del Jarama “El Soto”, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente –GRAMA-, Jarama Vivo y Liberum Natura, ha interpuesto dos denuncias administrativas por la autorización y puesta en funcionamiento de la iluminación artificial permanente del cauce del río Manzanares en Madrid Río, al considerar que «vulnera la normativa estatal, autonómica, municipal y europea de protección de la biodiversidad y los principios de prevención y cautela ambiental».
La organización, en sus denuncias -dirigidas a los departamentos de disciplina ambiental del Ayuntamiento de Madrid y de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid- recuerda que después de que la Dirección General de Biodiversidad de la Comunidad de Madrid confirmara que el Consistorio no había solicitado ningún informe sobre posible impacto de la iluminación en las especies silvestres, en septiembre de 2024 se trasladó al Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid un extenso escrito en el que se advertía de diversas irregularidades del proyecto “Instalación de alumbrado monumental del río Manzanares en el entorno de la presa número 6”. Entre ellas, la incompatibilidad de la actuación con el Plan Especial del río Manzanares y la ausencia total de una evaluación de impacto sobre la fauna y la flora del cauce.
En dicho escrito se alertaba del riesgo que la iluminación nocturna supone para especies de aves protegidas presentes en el tramo afectado, como el martinete común, el martín pescador, la garceta común o el andarríos chico, así como para la ictiofauna del río, donde se han realizado sueltas de especies catalogadas, algunas de ellas en peligro de extinción, según el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, como la colmilleja (Cabitis calderoni). Asimismo, se recordaba que en junio de 2024 un total de 81 científicos solicitaron formalmente al Ayuntamiento la retirada del proyecto por los impactos documentados de la contaminación lumínica sobre aves, insectos y vegetación fluvial.
Dieciocho meses después de aquella advertencia, y sin que conste la realización de censos de fauna ni estudios de afección, el Ayuntamiento procedió al encendido de la iluminación el 23 de noviembre de 2025, coincidiendo plenamente con el periodo de invernada de numerosas especies protegidas. Según datos del portal de observaciones eBird, en el tramo del río comprendido entre el Puente de Toledo y la Pasarela de la Playa, el más próximo a la zona afectada por la iluminación, se han registrado 129 especies de aves, de las cuales al menos 18 cuentan con algún grado de protección legal y 8 de ellas son invernantes y/o residentes, lo que supone afección directa en esta época. Son la cerceta común (Anas crecca), ánade friso (Mareca strepera), pato colorado (Netta Rufina), rascón europeo (Rallus aquaticus), andarríos chico (Actitis hypoleucos), ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica) y escribano palustre (Emberiza schoeniclus). Todas ellas incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Las denuncias subrayan además la función del tramo urbano del Manzanares como corredor ecológico entre los espacios protegidos del Monte de El Pardo y el Parque Regional del Sureste, por lo que la introducción de una barrera lumínica supone un grave deterioro de la conectividad ecológica.
Por todo ello, la Plataforma Ecologista Madrileña solicita, tanto al Ayuntamiento como a la Comunidad de Madrid, la «paralización inmediata de la iluminación ornamental, la evaluación rigurosa de su impacto sobre la fauna silvestre y la depuración de las responsabilidades administrativas derivadas de la autorización de una actuación innecesaria y puramente ornamental, que pone en riesgo uno de los espacios de mayor biodiversidad en la ciudad de Madrid».
