Lo que comenzó como un simple aviso a los servicios de emergencia terminó destapando un presunto caso de explotación. La Policía Municipal de Madrid ha arrestado a un empresario de la construcción, de 39 años de edad y nacionalidad española pero origen peruano, después de que se encontrara a tres hombres en situación irregular y sin contrato realizando peligrosas labores de reforma.
El desencadenante fue un incidente en la calle de Benancio Martín, en el distrito de Puente de Vallecas. Un vecino alertó de que el techo de su vivienda había sufrido desprendimientos debido a una obra clandestina que se desarrollaba en el piso superior. Tras el aviso, los Bomberos de Madrid se desplazaron al lugar, evaluaron los daños y procedieron a asegurar la estructura, confirmando que la seguridad del edificio no estaba comprometida.
Sin licencia, sin seguridad y sin papeles
Cuando los agentes de la Policía Municipal acudieron a la vivienda para inspeccionar las obras, encontraron a los tres operarios en condiciones precarias. Los hombres, con edades comprendidas entre los 20 y 41 años, dos de nacionalidad colombiana y uno paraguayo, estaban inmersos en tareas de retirada de tabiques e instalación de cableado sin poseer la necesaria licencia de obra.
Más grave aún, trabajaban sin ningún tipo de equipo de protección obligatorio. Al no poder acreditar su situación laboral ni contractual, se inició el procedimiento por un posible delito contra los derechos de los trabajadores.
El ‘mercado negro’ de Usera
Durante los interrogatorios, los supuestos empleados detallaron a los agentes la mecánica de captación y trabajo. Explicaron que el encargado de la empresa los recogía sistemáticamente en una tienda de venta de materiales de construcción ubicada en el distrito de Usera, un punto que la Policía ya tenía identificado como lugar de encuentro frecuente para migrantes en situación irregular que buscan empleo diario en la albañilería.
Tras recogerlos allí, el empresario los trasladaba hasta el domicilio en Puente de Vallecas, abandonándolos posteriormente para gestionar otras obras. Al ser finalmente localizado por los agentes, el responsable, con documento de identidad español, intentó evadir el delito.
Su defensa se limitó a una débil excusa: alegó que los tres hombres no estaban realizando trabajos de construcción, sino que tan solo se encontraban «moviendo bolsas» dentro de la propiedad. Esta coartada no fue suficiente para evitar su detención y su puesta a disposición judicial.

