La portavoz del grupo municipal Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, ha recibido finalmente el alta junto a su hija recién nacida tras sufrir dos apneas que la dejó sin respiración a dos días de nacer, el pasado 29 de agosto. Por ello ha pasado dos semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el Hospital 12 de Octubre.
«A los dos días de nacer y, cuando afortunadamente aún estábamos en el hospital, nuestra hija sufrió dos apneas seguidas; la primera vez dejó de respirar en mis brazos. Hemos estado desde entonces ingresadas en la UCI pediátrica del 12 de Octubre, y tras muchos días de pruebas nos han mandado a casa, con mucho seguimiento y monitorización en casa, porque concluyen que detrás del fallo no hay una causa patológica sino el error puntual de un cerebro aún inmaduro», ha relatado la madre en un comunicado.
«Lo cuento porque nunca podremos agradecer suficiente al extraordinario equipo médico del Hospital 12 de Octubre su profesionalidad y su calor humano; y a nuestras familias y amigas y amigos, por sostenernos, por cuidar de nuestra otra hija y por llenar con tuppers de comida casera las muchas horas de espera en la habitación», ha añadido.
«Y lo cuento porque nunca hay que dejar de reivindicarlo: la sanidad pública es un logro civilizatorio y una conquista social de la que enorgullecernos, que defender con uñas y dientes y que ampliar y mejorar», ha expuesto Rita Maestre.
«Hay quien dice el dinero donde mejor está es en el bolsillo de la gente. No es cierto. Solo un millonario podría pagar la hospitalización durante meses de un bebé de 27 semanas, o, como en EEUU, una familia normal que asume una deuda millonaria durante años por salvar la vida de su hija», ha dicho Maestre.
«Había 40 bebés ingresados en la UCI a la vez, y allí no había ningún millonario. En España ni millonarios ni deudas: garantizamos entre todos, con nuestros impuestos, que cada bebé que nace tiene un equipo de neonatólogas, neumólogas, neurólogas, cardiólogas, enfermeras, auxiliares, celadoras, asesoras de lactancia, dedicadas al 100% a cuidarle y curarle», ha explicado.
Y finaliza: «aquí nadie calcula cuánto cuesta una prueba antes de hacérsela a tu hija, a nadie se le trata mejor ni peor por cuanto cobra, nadie racanea en material, nadie tiene miedo de no poder pagar, y la única deuda con la que salimos es de gratitud con las profesionales que han cuidado y curado a nuestra hija y a todos los niños y niñas que pasan por sus manos. A todos, por igual. No hay nada más bonito y que merezca más la pena defender».

