El servicio especial de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) de Madrid, puesto en marcha para unir los barrios de Lucero y Batán, en el distrito de Latina, será gratuito a partir del día 10 de febrero ante el avance de las obras de soterramiento de la A-5.
Así lo ha indicado este lunes, 3 de febrero, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en un comunicado: «debido al avance de las obras de la A-5, comienzan las afecciones al tránsito peatonal con los cortes de seis pasos inferiores. Por ello, el servicio especial de EMT Madrid que hemos puesto en marcha para unir los barrios de Lucero y Batán será gratuito a partir del día 10».
Este anuncio coincide con el inicio de las afecciones al tránsito peatonal por las obras de la A-5 para su soterramiento en la ciudad de Madrid, con el objetivo de eliminar progresivamente y de forma definitiva seis pasos inferiores peatonales, ubicados en el distrito de Latina.
Desde este lunes se cortará el pasadizo entre las calles de San León y Sanchorreja (P.K. 5+100 de la A-5). Se ofrece como paso alternativo el paso inferior del enlace de Yébenes. Entre el 9 y 10 de febrero, se suprimirá el paso inferior peatonal del enlace de Boadilla (P.K. 5+900). La alternativa que se ofrece es la pasarela del Anillo Verde ciclista o el paso inferior situado en la avenida del Padre Piquer.
También se eliminará el paso inferior de la calle San Juan de la Mata (P.K. 4+950 de la A-5). El paso alternativo que se sugiere es el paso inferior del enlace de Yébenes o el paso inferior del enlace de Batán (calle Villamanín). Se eliminará, además, el paso inferior de la calle de Villamanín (frente al Centro Sociocultural el Greco) y el de la calle del Olivillo (P.K. 4+100 de la A-5). El paso alternativo se realizará por el paso inferior de la calle de Dante.
Desde el 20 de febrero de 2025, se corta el paso inferior de la calle Villavaliente (P.K. 4+300 de la A-5). La alternativa será el paso inferior del enlace de Batán (calle Villamanín). A partir del 10 de marzo se cortará el paso inferior de la calle Illescas (P.K. 6+100 de la A-5). La alternativa será el paso inferior situado en la avenida del Padre Piquer y por la pasarela del Anillo Verde Ciclista.
Desde el Ayuntamiento de Madrid se ha señalado que, con motivo de la ejecución de las obras y de actuaciones de adecuación en la vía pública para el tránsito del transporte público, se verá afectado el estacionamiento de manera puntual en algunas calles del entorno.
Cierre de la calzada sur al tráfico rodado: cuatro carriles por la calzada norte
También se ha informado de que en la noche del 9 a 10 de febrero se producirá el corte de la calzada sur (en sentido entrada a Madrid) de la A-5 para desviar todo el tráfico a la calzada norte (en sentido salida de Madrid).
De este modo, la vía para los vehículos continuará con su capacidad reducida a la mitad (dos carriles por sentido), una situación que permanecerá hasta finales de año, mientras el Ayuntamiento de Madrid desarrolla los trabajos de soterramiento en la calzada sur. Durante todo el proceso, la velocidad máxima de la vía en la zona de obras ha pasado de los 70 km/h anteriores a 50 km/h actuales.
Una intervención de transformación urbana
Con la ejecución del Paseo Verde del Suroeste y el inherente soterramiento de la A-5, el Ayuntamiento de Madrid recuperará para los vecinos el espacio ocupado en la actualidad por la autovía que separa los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas, que han estado separados de los de Campamento y Casa de Campo (este último perteneciente al distrito de Moncloa-Aravaca). Por la A-5 circulaban diariamente 80.000 vehículos. La obra, una vez finalizada, reducirá en un 90 % los vehículos en superficie y las emisiones contaminantes.
En superficie, la cubrición de la A-5 permitirá dar continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer en una actuación que comprende un total de 3,2 kilómetros. Se priorizará la movilidad peatonal y ciclista, dejando una vialidad dimensionada para atender los recorridos locales del vehículo privado y el transporte público urbano.
Bajo tierra, el nuevo túnel tendrá una distribución de tres carriles por sentido en dos vanos. Los carriles más próximos a la mediana en ambas calzadas se diseñan para su uso como carriles bus-VAO, dotados con una señalización variable que permitirá regular su utilización en función de las necesidades del tráfico en cada momento. La flexibilidad de este sistema permitirá la optimización de la infraestructura, adaptándose a la demanda de transporte de manera variable.