Los trabajadores interinos de los centros deportivos municipales de Madrid se vuelven a manifestar a las 12:00 horas de este jueves, 4 de julio, en la Plaza de Cibeles en el segundo día de huelga de 24 horas por el despido de alrededor de 400 personas al finalizar la temporada de verano.
Convocada por los sindicatos Solidaridad Obrera, COBAS, CGT y CSIT, esta segunda jornada de huelga continúa las protestas del pasado sábado, 29 de junio. Reclaman un proceso de estabilización extraordinario y la convocatoria de una nueva bolsa de trabajo que recoja a todo el personal interino que queda fuera.
CSIT denuncia que el Ayuntamiento de Madrid «está pervirtiendo» el proceso de estabilización de empleo público en sus Instalaciones Deportivas Municipales. De los casi 3.500 puestos de trabajo que deberían tener las instalaciones deportivas municipales, unas 230 plazas están vacantes y el resto tiene un 80% de personal temporal.
Con la convocatoria de estabilización que está en marcha, que contempla solamente 2.029 plazas (tanto a jornada completa como parcial), más de 400 empleados públicos de la plantilla actual, quedan sin plaza fija aun habiendo acreditado experiencia profesional de hasta 20 años. Además, el Ayuntamiento «no les da la opción de volver a contratarlos ni como suplencias, porque se ha negado a generar una bolsa de empleo al culminar el proceso de estabilización».
La situación ha crispado al colectivo, máxime cuando está previsto que en los próximos dos años se jubilen precisamente más de 400 trabajadores. El Ayuntamiento no ha explicado cómo va a cubrir esas plazas que quedan vacantes por jubilación. Desde CSIT «esperamos que no pretenda amortizarlas y reducir con ello, una vez más, el empleo público».
Esta crítica situación ha llevado a la convocatoria de 2 jornadas de huelga y concentraciones: el sábado 29 de junio se desarrolló la primera con un alto seguimiento y este jueves será la segunda, con concentración en la Plaza de Cibeles a las 12:00 horas.
«Las bases de la convocatoria de estabilización están provocando situaciones rocambolescas, llegando al punto de que un trabajador que acredite años de experiencia en una categoría profesional concreta, no va a poder estabilizar su empleo en esa categoría porque otros aspirantes que acrediten menos años de experiencia, aunque sea en otras categorías, van a obtener mayor puntuación», concluyen.