El Hospital Gregorio Marañón humaniza las salas de espera y los pasillos de Geriatría

Gacetín Madrid

El Hospital Gregorio Marañón, centro público de la Comunidad de Madrid, está llevando a cabo acciones de humanización en las unidades de Geriatría del edificio de Francisco Silvela, bajo el epígrafe de «Servicio Amable», dentro del Plan de Atención Integral a la Fragilidad y Promoción de la Longevidad Saludable de la Consejería de Sanidad. Una de las actuaciones que se ha llevado a cabo ha sido dotar a las cuatro salas de espera de las plantas de Geriatría de mobiliario para que pacientes y familiares pueden tener un lugar de encuentro amable fuera de las habitaciones.

Otra de las acciones de humanización realizadas ha sido la adecuación y señalización de los pasillos de las plantas, dejando libre de obstáculos uno de los lados para que los pacientes puedan caminar libremente y fomentar así la actividad física. Pero lo más llamativo, y lo que más ha cambiado estos espacios, han sido los murales realizados por voluntarios de la empresa Taruga Creaciones, que bajo la supervisión de Sandra Prats Belenguer han ambientado con paisajes algunas de sus paredes.

El Hospital Gregorio Marañón ha llevado a cabo un proyecto de humanización en las Unidades de Geriatría de su edificio de Francisco Silvela. Estas acciones se enmarcan dentro del Plan de Atención Integral a la Fragilidad y Promoción de la Longevidad Saludable de la Comunidad de Madrid, bajo el epígrafe de «Servicio Amable».

Alguna de estas salas dispone de un pequeño espacio para comer y también la fundación Aladina ha donado monitores de televisión. Pero lo más llamativo, y lo que más ha cambiado estos espacios, han sido los murales realizados por voluntarios de la empresa Taruga Creaciones, que bajo la supervisión de Sandra Prats Belenguer han ambientado con paisajes algunas de sus paredes.

«La temática para la realización de estos murales fue escogida por los propios profesionales de cada unidad. Los motivos elegidos fueron paisajes marítimos o un relajante campo verde con el fondo de montañas, que invitan a pacientes y familiares a momentos de tertulia y relajación fuera de las habitaciones» indica Rosa Serrano, supervisora de enfermería de la cuarta y quinta plantas de hospitalización de Geriatría.

Zona de paseo

Otra de las acciones de humanización realizadas ha sido la adecuación y señalización de los pasillos de las plantas, dejando libre de obstáculos uno de los lados para que los pacientes puedan caminar libremente y fomentar así la actividad física.

«Lo primero que hicimos es hablar con los profesionales para ver que les parecía y les encantó la idea. Hablamos con todo el equipo de la cuarta planta, porque fue allí por donde empezamos a trabajar, y decidieron que teníamos que ponerle un nombre y el elegido fue zona de paseo», apunta Pepe Lázaro, supervisor de la tercera planta y de toda el área de consultas y ambulatorio, área de gimnasia y rehabilitación.

La zona de paseo empieza a partir de la sala de espera hasta el final de la unidad y se ha señalizado mediante unos puntos azules de vinilo, con cada marca situada a cinco metros de la siguiente. Estas marcas tienen un doble fin terapéutico, por un lado sirve de motivación para que los pacientes caminen y también es útil para que los geriatras valoren la marcha de los pacientes y el tiempo que tardan en recorrerlas.

Ambos supervisores destacan la buena acogida que ha tenido esta actuación de humanización, tanto por los pacientes como por los profesionales. Igualmente destacan el apoyo que han recibido desde la Comisión de Humanización del Hospital y desde la Subdirección de Enfermería en el empeño de acometer estos proyectos.

Las unidades de Geriatría del edificio de Francisco Silvela cuentan con un total de 96 camas repartidas entre las cuatro plantas. Algunas de ellas se dedican a rehabilitación cardiaca o a pacientes de media estancia, pero en su mayoría se atiende a pacientes geriátricos.

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