La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 13 años de cárcel a R. L. C., un celador del Hospital Ramón y Cajal por drogar y violar a una joven de 18 años que estaba ingresada en el área de psiquiatría después de haber intentado suicidarse.
Así consta en la sentencia a la que ha tenido acceso Gacetín Madrid, en la que los magistrados le consideran autor de un delito continuado de abuso sexual y otro de promoción, favorecimiento y facilitación de consumo de drogas tóxicas que crean grave daño a la salud. Después de la pena carcelaria deberá de cumplir otros 5 de libertad vigilada.
Además tiene prohibido acercarse a la víctima durante 8 años y se le inhabilita para cualquier profesión que conlleve contacto regular y directo con menores de edad durante 12 años. También ha sido condenado a indemnizar a la víctima en la cantidad de 10.150 euros, con la responsabilidad de la aseguradora (responsable civil directo) y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (responsable civil subsidiario).
Acusación de la Fiscalía
El escrito de acusación de la Fiscalía madrileña sostiene que el procesado trabajaba como celador en el turno de noche en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid en la planta de Psiquiatría. En tal condición, “movido por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales”, se aprovechó de la especial vulnerabilidad en la que se encontraba N. O. B., una joven de 18 años de edad, que se hallaba ingresada en dicha planta por orden judicial “por intento autolítico, trastorno límite de la personalidad y trastorno de la conducta alimentaria”.
Así, sobre las 01:00 horas del 29 de abril de 2021 el acusado, aprovechando que en ese momento no se encontraba en la zona del TEC el resto del personal, ofreció dos cigarrillos a la víctima y, tras aceptarlos, le pregunto: “¿Te quieres animar más?”. A continuación le conminó a esnifar junto a él una raya y después se acercó a ella y comenzó a tocarla al tiempo que le decía: “Nunca antes me había pasado esto con nadie, me vuelves loco”. Dos días más tarde R. L. C. entró en la habitación de la joven donde empezó a someterla a nuevos abusos.
O. B. se hallaba ingresada en la unidad de psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal donde sucedieron los hechos por orden judicial desde el 28 de marzo de 2021, por intento autolítico, trastorno límite de la personalidad y trastorno de la conducta alimentaria, además se hallaba en seguimiento en salud mental desde los 13 años de edad, habiendo estado sometida a la administración de diversa medicación y puntualmente hasta inmovilización terapéutica.
Todo ello, “unido al consumo de la sustancia estupefaciente –cocaína- proporcionada por el procesado en el momento de los hechos y posteriormente “, hizo que la misma se encontrara en una situación personal de especial vulnerabilidad psicopatológica, llegando a autolesionarse inmediatamente después de suceder los hechos, lo que supuso además y a consecuencia de lo anterior agravación significativa de su patología clínica de base.
El procesado venía prestando servicios en el hospital en virtud de diversos nombramientos de personal estatutario temporal con la categoría de celador desde el 16 de junio de 2007. Su vinculación jurídica en la fecha de los hechos estaba amparada mediante nombramiento de personal estatutario de carácter interino y categoría de celador suscrito con el interesado y el hospital el día 31 de julio de 2018. La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid es la responsable del Hospital Universitario Ramón y Cajal integrado en el servicio madrileño de Salud – SERMAS -.