Un reciente estudio en Estados Unidos ha investigado sobre cómo influye la música y las preferencias de género en los hábitos de salud. Para ello, The Intake, empresa que ha liderado la investigación, ha encuestado a más de 1.000 personas preguntándole sus estilos musicales favoritos así como otras cuestiones.
De dicha encuesta se obtuvo que el rock y el pop son los estilos de música mayoritarios. También son los géneros favoritos para escuchar en una sala de espera antes de un cita médica. Por su parte, el heavy metal, el hip-hop y el gospel son los géneros que los encuestados aseguran que no quieren escuchar en cualquier espacio sanitario.
El estudio obtiene como gran conclusión que la intensidad de la melodía podría producir mayor estrés en situaciones ya de por sí estresantes. Además, también desvelaron que los fans del heavy tienen mayor tendencia a acudir menos al médico.
“Encontramos al pop y rock en la mayoría de las listas de reproducción de las salas de espera, pero otros géneros mostraron resultados más matizados. Muchos dijeron que la música clásica es el género más relajante, pero también fue el más asociado a la sensación de dolor en la sala de espera. Los aficionados a determinados géneros también eran más propensos a ser sinceros con sus médicos y a seguir distintos hábitos sanitarios. La música puede tener el poder de ser algo más que un entretenimiento: puede incluso favorecer una mejor experiencia sanitaria”, concluyen.