El Ayuntamiento de Madrid ha instalado nuevas cámaras de videovigilancia en la céntrica Puerta del Sol tras la remodelación acometida estos últimos años. En total se han emplazado cuatro nuevos dispositivos, que se suman a los tres que ya estaban operativos.
A diferencia de la colocación de otras en la capital, solicitadas por vecinos y comerciantes, en este caso se trata de una petición de la Policía Municipal. Tres de los nuevos aparatos disponen de alta resolución con el uso de inteligencia artificial y enfoque fijo, mientras que la cuarta es de tipo ‘Domo’, con enfoque panorámico para cubrir con su barrido una amplia zona.
Las nuevas cámaras se encuentran colocadas en la calle Arenal, 2, confluencia con la Puerta del Sol; en la Puerta del Sol, 1, esquina con la Carrera de San Jerónimo; en la Puerta del Sol 13-14, esquina con la calle Alcalá; y en la Puerta del Sol, 9-10, confluencia con la calle de Arenal.
A pesar de que ya están instaladas, su funcionamiento debe de ser autorizado por la Comisión de Videovigilancia, en la que está presente la Delegación del Gobierno, y que se reunirá para dar luz verde este mismo mes de febrero.
43 nuevas cámaras de videovigilancia en Chueca y Lavapiés
Las nuevas cámaras de videovigilancia en los barrios de Chueca y Lavapiés (distrito de Centro) comenzaron en marzo a funcionar tras recibir el Ayuntamiento de Madrid la pertinente resolución formal por parte de la Comisión de Videovigilancia, dependiente de la Delegación del Gobierno en la región madrileña.
El nuevo sistema de videovigilancia que aterriza en Chueca está formado por 26 cámaras, dos más de las inicialmente previstas tras las peticiones vecinales, mientras que en Lavapiés se ha acometido un refuerzo del sistema ya existente con 17 nuevas cámaras.
En los últimos años se han instalado más de un centenar de nuevas cámaras, una tercera parte de todas las operadas por el Cuerpo de la Policía Municipal, en diversos espacios y barrios de la capital como el polígono industrial de Marconi (Villaverde, un sistema compuesto por 24 cámaras), y en los barrios de Bellas Vistas (Tetuán, con 19 cámaras) y de San Diego (Puente de Vallecas, con 25 cámaras).
También se han actualizado las cámaras de Lavapiés y Montera (Centro) al principio del mandato y se han renovado recientemente los sistemas de videovigilancia ya existentes tanto en el entorno de la calle de la Ballesta (Centro) como en el propio barrio de Lavapiés.
Demandas vecinales
La instalación de la videovigilancia se decide tras las peticiones de distintas entidades vecinales y comerciantes de la zona. En el barrio de Chueca, estas cámaras de videovigilancia han sido muy demandadas por los vecinos de este barrio desde el inicio del mandato.
El equipo de Gobierno ha atendido las demandas realizadas desde las juntas de distrito así como de las asociaciones vecinales de los barrios para detectar nuevas necesidades en seguridad, constatando que la videovigilancia es una herramienta importante de ayuda en esta materia puesto que facilita las labores policiales de vigilancia y la detección de hechos delictivos y su investigación.
El objetivo, en este sentido, es seguir ampliando la videovigilancia a nuevos espacios y barrios de la ciudad, como la plaza del Dos de Mayo (Centro) y la Plaza Elíptica (Carabanchel-Usera), desde donde también se han recibido peticiones vecinales, así como estudiar la futura colocación en nuevos emplazamientos de Usera, Villaverde, Latina y Ciudad Lineal.
PP y Vox aprueban instalar más cámaras de videovigilancia en «calles y barrios conflictivos»
El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó en septiembre, con los votos a favor de PP y Vox y en contra de Más Madrid y PSOE, la propuesta de los segundos de acometer la «adopción de medidas concretas y específicas para incrementar la seguridad y combatir el alarmante incremento de la criminalidad».
Concretamente, se aprobó instalar «un mayor número de cámaras de videovigilancia en calles y barrios especialmente conflictivos al objeto de detectar situaciones anómalas o irregulares que impliquen la necesidad de actuar» y también implementar medidas para «ofertar el número de plazas necesarias de agentes de la Policía Municipal de Madrid con la finalidad de propiciar que la tasa de reposición en este Cuerpo se cumpla y, por ende, se garantice la seguridad de los madrileños».
Sin embargo, los apartados correspondientes a «asignar a la calle a todos los agentes de la Policía Municipal que actualmente desempeñan funciones administrativas» y la «instalación de sistemas de alertas para la protección de comercios de la ciudad» fueron rechazados por los populares y la izquierda.
La vicealcaldesa de Madrid y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, ha señalado al proponente Smith que «todos los agentes de la Policía Municipal que pueden estar en la calle ya están en la calle». Sanz ha añadido que eso es posible dado que el Gobierno del Ayuntamiento madrileño «ha sacado la mayor oferta de empleo para que 1.300 agentes se hayan incorporado a la plantilla actual», representando esto «la cuarta parte» de la plantilla.
