La circulación de trenes de Cercanías Madrid y de Media y Larga Distancia ha quedado totalmente restablecida en el tramo entre las estaciones madrileñas de Atocha y Recoletos tras los trabajos realizados por Adif y Renfe, tal y como ha informado la empresa estatal ferroviaria.
En estas actuaciones, llevadas a cabo tras los tres recientes descarrilamientos, los días 26 de noviembre, 5 de diciembre y 8 de diciembre, han participado unos 60 trabajadores de Renfe y Adif, además del refuerzo de personal de los equipos de información y atención al cliente en Cercanías de Madrid.
El restablecimiento de la circulación por las dos vías entre Atocha y Recoletos permite recuperar el servicio habitual en las líneas de Cercanías, así como en los trenes de Media y Larga Distancia (con origen o destino Alcázar de San Juan, Jaén, Almería o Extremadura) que circulan en este tramo.
Durante la modificación de servicio derivada de esta incidencia, Renfe «ha hecho un esfuerzo adicional en facilitar la información a sus clientes a través de todos sus canales de comunicación y atención al viajero», inciden.
Adif no identifica «nada relevante» que justifique los descarrilamientos
La empresa estatal de instalaciones ferroviarias Adif ha emitido esta noche de sábado un informe, al que ha tenido acceso Gacetín Madrid, en el que se reflejan los resultados y las conclusiones de la serie de pruebas realizadas por sus técnicos tras los recientes descarrilamientos de trenes de Cercanías en el acceso a la Estación de Atocha desde Recoletos.
Desde Adif se concluye que tras los tres recientes descarrilamientos, los días 26 de noviembre, 5 de diciembre y 8 de diciembre, «no se ha identificado nada relevante que pudiera justificarlos», aunque se va a restringir de forma preventiva la circulación de los trenes de la serie 450 (los de dos alturas conocidos como ‘buques’), por la vía 5. Sin embargo, la investigación sobre los descarrilamientos «sigue en curso» y, aunque «no se han detectado riesgos adicionales», se van a «incrementar las consistencias de mantenimiento y se va a establecer una brigada permanente de estos activos».
El primero de los descarrilamientos, aún en investigación, se produjo por una rotura de una aguja en una de las travesías, la 10A. Como consecuencia de ello, parte de la travesía fue «embridada» a la espera de una nueva aguja, que se tenía que fabricar ‘ad hoc’, provocándose que parte de las circulaciones entrasen a la vía 5 de Atocha por el desvío 24, especialmente los trenes de la serie 450 (los ‘buques’) que no suelen pasar por ahí.
En las conclusiones se expone que «el segundo y tercer descarrilo se ha producido en el desvío 24 combinado con trenes de la serie 450 (los ‘buques’) en los que, a falta de datos detallados de la investigación en curso, se podría haber producido algún efecto no deseado por la interacción de este tipo de vehículos con el trazado concreto presente en ese recorrido».
«Se trata de un itinerario que se emplea de forma residual por este tipo de trenes, que se ha realizado ahora por la existencia del desvío 24 (instalado tras la renovación del túnel de Recoletos) y por la necesidad a raíz de la incidencia en la travesía 10A», se añade en el documento.
«Se ha revisado el diseño del trazado del recorrido y es totalmente correcto. Las revisiones realizadas en el marco del mantenimiento son también adecuadas. Como se ha justificado en este informe, las medidas realizadas dieron un resultado correcto, no identificándose nada relevante que pudiera justificar los descarrilamientos. Se trata, no obstante, de trazados muy encajados, en el que el comportamiento dinámico de la serie 450 es más complicado que otro tipo de material rodante», se señala.
