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Hispania Nostra incluye en su Lista Roja al paisaje y subsuelo afectados por las obras de la Línea 11 de Metro

by Gacetín Madrid

La ciudad de Madrid podría perder hasta 676 árboles maduros y 48.170 metros cuadrados de zonas verdes si siguen adelante las obras de la línea 11 de Metro tal y como están proyectadas. Así lo han denunciado numerosas asociaciones de vecinos a la asociación Hispania Nostra que, tras el estudio llevado a cabo por su Comité Científico, ha decidido incluir el paisaje y subsuelo afectados por las obras de la línea 11 del Metro de Madrid en su Lista Roja.

La Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra (https://listaroja.hispanianostra.org/), recoge más de 1.200 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. En la actualidad, se está llevando a cabo el proyecto de ampliación de la línea 11 de Metro, en el que se prevé talar más de 600 árboles maduros, algunos de ellos incluidos en los parques de Arganzuela, Comillas, Palos de la Frontera, Moratalaz y Atocha-Retiro.

En 2020 se aprobó el estudio de impacto ambiental para este proyecto, que preveía la tala inicial de 79 árboles y la ocupación de 20.080m² de zonas verdes. Sin embargo, se modificó la planificación de forma que buena parte de las obras afectan actualmente a los parques en lugar de a las calles.

En el nuevo proyecto está previsto talar 676 árboles y destruir 48.170m² de zonas verdes. Para su ejecución se plantea la desaparición de jardines enteros en distintos barrios madrileños, así como la tala de árboles centenarios en el tramo de Atocha y Conde de Casal (todos los árboles de la acera impar del Paseo Infanta Isabel y la casi completa desaparición del Jardín de Jimena Quirós), incluido dentro de la zona de amortiguación del Paisaje de la Luz.

Por otro lado, en el proyecto de ampliación de la estación de Atocha está prevista la construcción de un «dique» de más de 140m de longitud y 35m de profundidad en el límite inferior del Paisaje de la Luz, caracterizado por su riqueza de aguas subterráneas con numerosos arroyos situados a menos de 10 metros de la superficie. A finales de julio de 2023, tras meses de protestas en la calle, la Comunidad de Madrid inició el procedimiento de evaluación ambiental simplificado, en lugar del ordinario, dando como plazo veinte días de alegaciones a las asociaciones y grupos implicados.

En el caso de los árboles del paseo Infanta Isabel, son plátanos de gran envergadura que llegan a medir hasta 30 metros de altura. El jardín de Jimena Quirós es un enclave que cuenta con un nivel 3 de protección en el Catálogo de Elementos Protegidos del PGOUM y está compuesto por cedros centenarios de gran porte, maduros y sanos.

Según señala Hispania Nostra, los 676 árboles que se prevén talar conforman un bosque urbano que tarda años en crecer, un patrimonio medioambiental en una megaciudad como Madrid, donde la calidad del aire está en ocasiones en niveles muy bajos, con efectos de isla de calor y pocos sumideros naturales de CO2 que puedan absorber toda la contaminación que se produce en los barrios afectados. Estos árboles «son capaces de formar copas que aportan sombra, evapotranspirar agua en cantidad para favorecer la lluvia, echar raíces que ayuden a la permeabilidad del suelo y la recarga de acuíferos, ejercer como sumideros de carbono efectivos y atrapar las partículas de contaminación».

El subsuelo que se verá afectado por el proyecto de ampliación de la estación de Atocha «es una zona de gran confluencia de aguas subterráneas como las grandes vaguadas de Castellana o Abroñigal así como una variada geografía de barrancos, lomas, lagunas, arroyos, escorrentías o vertientes, que dirigen el flujo de agua a través de Madrid desde la sierra hacia la meseta manchega».

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