Una geriatra del Hospital público Universitario Cruz Roja de la Comunidad de Madrid, la doctora Gemma Cuesta, ha sido reconocida en el 19º Congreso Europeo de Geriatría (European Geriatric Medicine Society), celebrado en Helsinki a finales de septiembre, con uno de los premios de jóvenes geriatras (Early Career Geriatricians Iniciative – ECGI) por realizar una investigación en la que compara la detección y el manejo terapéutico del delirium en el anciano frágil hospitalizado en España y en el Reino Unido.
Se realizó un estudio prospectivo incluyendo a todos los pacientes ingresados de forma sucesiva en el periodo del 1 al 31 de octubre del 2022 en las Unidades de Agudos de Geriatría del Hospital Universitario Central de la Cruz Roja (HUCCR) de Madrid y del Salford Royal Hospital (SRH) de Manchester.
Se incluyeron entre los dos hospitales un total de 200 pacientes con una prevalencia menor de delirium en el HUCR frente al Hospital de Manchester (27% vs 43%). La población del HUCR fue más vulnerable: mayor edad (87 años vs 84 años), mayor fragilidad (Clinical Frail Scale >5) (43% vs 30%), mayor dependencia física grave (60% vs 44%) y mayor alteración mental (demencia diagnosticada, 44% vs 35%).
En relación con los resultados de actividad clínica, el Hospital Cruz Roja mostró una importante y significativa menor estancia media que el SRH (9,7 vs 15,9 días) con un mayor uso de antipsicóticos (63% vs 4%) y mayor institucionalización (48% vs 32%). La mortalidad fue similar en ambas unidades.
El delirium es un gran síndrome geriátrico infradiagnosticado e infratratado, el cual precisa de herramientas que faciliten el diagnóstico con la aplicación de nuevas tecnológicas muy comunes en el medio inglés e inexistentes en nuestro medio (dispositivos de detección de movimiento, visión learning, etc.), que sugieran un potencial incremento de riesgo de delirium y que podrían explicar las diferencias en la prevalencia.
El estudio sugiere, además, que las diferencias entre países del entorno hospitalario y del soporte domiciliario pueden influir en un uso menor de medidas no farmacológicas en su manejo hospitalario, así como en la mayor institucionalización ante la falta de suficiente apoyo domiciliario, especialmente en la población mayor con una mayor dependencia física y mental. Este tipo de estudios comparativos de prácticas europeas de manejo del anciano frágil son el futuro, ya presente, para la mejora de la atención a la persona mayor hospitalizada.