La Sección 17ª de la Audiencia Provincial de Madrid juzga (con jurado) desde este lunes, 16 de octubre, a las 10:00 horas, a E. R. R., un hombre que provocó la muerte de una persona que circulaba en moto al chocar con el vehículo que conducía tras el consumo “reciente” de cannabis y cocaína lo que provocó “una afectación en sus facultades de reacción y control del vehículo y atención en la conducción”.
La Fiscalía Provincial de Madrid pide cuatro años de prisión para él. El representante del Ministerio Público le imputa un delito contra la seguridad del tráfico en concurso con un delito de homicidio por imprudencia grave. El escrito de la Fiscalía refleja que sobre las 00:15 horas del 6 de agosto de 2018 el acusado circulaba con un vehículo propiedad de su madre por la Autovía A-42 a la altura de la localidad de Torrejón de la Calzada, con los reflejos mermados “por haber consumido previamente sustancias estupefacientes, en concreto cannabis y cocaína, lo que disminuía considerablemente su capacidad de reacción, atención y control del vehículo”.
En estas condiciones, al llegar a la altura del kilómetro 28, E. R. R., se quedó dormido, perdió el control del vehículo e invadió el carril derecho de la calzada por donde circulaba una moto conducida por A. L. R.. El acusado no advirtió la presencia de la motocicleta a la que golpeó sin llegar a efectuar maniobra alguna de frenado o evasión “por el adormecimiento y merma de reflejos provocada por la previa ingesta de sustancias,” tirándola al suelo.
Tras este impacto inicial, el vehículo hizo un giro hacia la izquierda golpeándose a escasos metros del primer impacto con la bionda situada en el arcén izquierdo, “parando brevemente el vehículo”. Seguidamente, sin salir del coche, optó por reanudar la marcha hasta pocos kilómetros más adelante para tomar la siguiente salida dirección a Casarrubuelos, parando en la primera glorieta.
Al mismo tiempo, otros conductores trataron de auxiliar a la persona herida mientras esperaban la llegada de los servicios de emergencias. A consecuencia de estos hechos la víctima sufrió un óbito producido por traumatismo craneoencefálico que provocó la fractura completa de la base del cráneo y la destrucción de centros vitales neurológicos por lo falleció una hora más tarde del accidente.
A la vista del atropello, los agentes actuantes que acudieron al lugar donde había parado posteriormente el acusado en Casarrubuelos, procedieron a someterle a la prueba de detección de drogas, “lo que aceptó voluntariamente”, arrojando un resultado positivo a cannabis de 496,3 ng/ml de saliva, y a cocaína en cantidad superior a 500 ng/ml de saliva y de bencoilecgonina en cantidad superior a 55,9 ng/mL en saliva.
La detección de las sustancias anteriores en las cantidades señaladas indica un consumo reciente por el acusado que provocó una afectación en sus facultades de reacción y control del vehículo, y atención en la conducción.