La Comunidad de Madrid se va a personar como acusación popular por el asesinato este verano, presuntamente por violencia de género, de una vecina del distrito madrileño de Moratalaz de 51 años y nacionalidad española. El autor, su marido de 62 años y también español, posteriormente se suicidó.
El Consejo de Gobierno, en su reunión de hoy, ha conocido la encomienda de la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, a la Abogacía General de la Comunidad de Madrid del ejercicio de las acciones jurisdiccionales. Estas se desarrollarán en nombre de la Administración regional en las diligencias previas que se siguen en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Madrid.
La acción popular es en calidad de parte perjudicada civilmente en los casos penales abiertos por muerte, lesión grave o mutilación genital. Esta personación es una de las medidas previstas en la ley autonómica sobre este tipo de violencia, que extiende su protección a los hijos y personas dependientes. Desde 2016 la Comunidad de Madrid ha aplicado esta facultad en 64 causas penales.
La Dirección General de Igualdad de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales ayuda anualmente a alrededor de 21.000 víctimas a través de la Red de atención integral existente en la región. Además, cada año facilita plazas residenciales a unas 400 mujeres aproximadamente.
Asesinato en Moratalaz
El cuerpo sin vida de Soledad, la mujer de 51 años y nacionalidad española asesinada por su marido en el domicilio familiar de Moratalaz, y el de este de 62 años y también español, y que fueron encontrados el pasado jueves, 17 de agosto, llevaban entre 2 y 3 días fallecidos, tal y como han determinado las autopsias realizadas.
La autopsia ha señalado también que la pistola de bala cautiva encontrada junto al cadáver del hombre fue tanto el arma con la que él que mató a su mujer como la utilizada en su suicidio. Se trata de una pistola, también llamada de perno cautivo penetrante o clavija perforadora, empleada para aturdir o sacrificar animales de forma rápida con un perno o clavo que, en la cabeza, daña el cerebro.
Las informaciones aportadas por el Ministerio de Igualdad señalan que se trata de un asesinato por violencia de género, para después su marido haberse quitado la vida. Ambos tenían un hijo y una hija mayores de edad y no existían denuncias previas por maltrato ni ninguna orden de alejamiento en vigor.
Los hechos ocurrieron en la tarde del jueves, 17 de agosto, cuando los agentes fueron alertados a través de los vecinos por un fuerte olor que trascendía del hogar, ubicado en el número 81 de la calle Félix Rodríguez de la Fuente. También la perra de la pareja llevaba mucho tiempo ladrando sin que aparentemente nadie la atendiera.
Al forzar la puerta los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, sobre las 2 de la tarde, los funcionarios de la Policía Municipal encontraron los cuerpos sin vida de ambas personas en diferentes estancias de la casa. Sanitarios del SAMUR-Protección Civil certificaron su muerte sin manipular los cuerpos.
Hasta el lugar se desplazaron Policía Científica y el Grupo V de homicidios. El juez de guardia aprobó horas más tarde el levantamiento de los cadáveres y el precinto de la vivienda, por orden del Juzgado de Instrucción nº 5 de Madrid.