Las personas que sufren los típicos trastornos dérmicos derivados de una piel sensible o atópica, conocen de primera mano que los cambios de estación suelen provocar una exacerbación de los síntomas. Esta exacerbación sintomática suele ser más frecuente en los cambios estacionales de la primavera y del otoño.
La buena noticia es que, siguiendo unas sencillas pautas, puede mejorarse notablemente la condición de cualquier piel sensible u atópica, sea cual sea la época del año en la que nos encontramos. Conque vamos a explicarte qué es lo que tienes que hacer para minimizar esas molestias y mejorar el aspecto estético de tu piel.
Utiliza limpiadores específicos para pieles sensibles o atópicas
Los geles y jabones convencionales se caracterizan porque son muy agresivos con el manto ácido de la piel. El objetivo de esa acidez es, precisamente, crear una barrera frente a las sustancias patógenas y agentes externos susceptibles de provocar irritación.
Así que emplea un gel específico. Y en el caso del cutis, no uses ningún gel para limpiarlo y hazlo con un agua micelar especial para pieles atópicas o sensibles.
Evita usar productos cosméticos que contengan alcoholes, sustancias sintéticas o fragancias
Las pieles sensibles o atópicas suelen ser muy reactivas a algunos ingredientes de síntesis que se añaden a los productos hidratantes, a fin de mejorar su textura y evitar que se degraden. Esto aplica también para las fragancias incluidas en cremas y perfumes.
Por lo tanto, prioriza el uso de hidratantes con ingredientes naturales y huye de aquellos que se caracterizan por sus agradables aromas. Además, utiliza siempre cremas sin fragancia y, si te apetece perfumarte, no apliques el perfume directamente sobre la piel, pulverízalo sobre tu camisa, blusa o chaqueta.
Suplementos de vitaminas A, C y E
Los suplementos de vitaminas A-C-E contribuyen a mejorar notablemente el estado de cualquier tipo de piel, sea esta sensible o no. Si aún no has probado uno de esos suplementos, te sugerimos que lo hagas; quizá te sorprenda el resultado.
Ácidos omega-3: un bálsamo nutricional contra la irritación de la piel
Otra opción es la administración de suplementos de ácidos grasos omega-3. La eficacia contra la irritación y la inflamación de esos ácidos poliinsaturados está científicamente comprobado. Las cremas tópicas que contienen omega-3 también son efectivas.
Y si prefieres emplear una potente fuente natural de omega-3, te recomendamos que tomes tres o cuatro cucharadas de aceite de linaza al día.
Beber mucha agua: la opción más natural y económica
No es ningún secreto que los preparados hidratantes tópicos más efectivos suelen tener un precio considerablemente elevado.
En este sentido, lo cierto es que solemos prestar mucha atención a la hidratación externa de la piel, pero tendemos a descuidar la hidratación interna. Y la hidratación interna es tan o incluso más efectiva que la externa. Haz la prueba e hidrata tu piel sensible desde dentro, con un coste mínimo.
Lo único que has de hacer es acostumbrarte a beber agua de manera espaciada y frecuente: toma unos dos litros de agua al día. La pauta correcta es la de un vaso de agua de 250 mililitros cada dos horas o un vasito de 125 mililitros cada hora.