La Comunidad de Madrid ha estrenado Hacemos Hogar, el proyecto piloto de un nuevo modelo de atención residencial “cuyo principal objetivo es combatir la soledad no deseada y prevenir situaciones de dependencia entre los mayores que viven en las zonas rurales de la región”, ha señalado la consejera de Familia, Juventud y Política social, Concepción Dancausa.
Esta iniciativa ha comenzado en el municipio madrileño de Gargantilla del Lozoya, perteneciente a la Mancomunidad Sierra Norte. Está dirigida a personas de más de 60 años empadronadas en cualquiera de las localidades de esta entidad, que puedan desarrollar una vida autónoma o requieran de una supervisión limitada y presenten una situación de soledad, ausencia de apoyos familiares o sentimientos de desarraigo que supongan una grave vulnerabilidad.
Las viviendas comunitarias, situadas en el complejo del Centro de Mayores de Gargantilla, tienen capacidad para 12 usuarios y cuentan con un servicio de prevención de la dependencia y promoción de la autonomía personal, encargado de promover hábitos de vida saludables y actividades orientadas al envejecimiento activo. Los residentes también disponen de teleasistencia proporcionada por la Comunidad de Madrid y recibirán atención especializada si pasan a tener una situación de dependencia que requiere apoyos complementarios.
Esta primera experiencia se ha hecho realidad gracias a un convenio de colaboración entre el Gobierno regional y la Mancomunidad Sierra Norte. En virtud de este acuerdo, es la entidad local la que selecciona a los usuarios, que deben respetar el reglamento de convivencia y comprometerse a colaborar, cuando sea necesario, en la prestación de apoyos y ayuda mutua
Con Hacemos Hogar, la Comunidad de Madrid sigue explorando fórmulas para que las personas mayores permanezcan el mayor tiempo posible en su entorno y, posteriormente, puedan optar por modelos alternativos a las residencias. En función de los resultados, esta iniciativa podría extenderse a otras localidades.