Los servicios municipales de limpieza del Ayuntamiento de Madrid han dejado de recoger la fracción de restos, es decir, la del cubo naranja, de las comunidades de vecinos, lo que ha ocasionado, según denuncia el sindicato de CCOO, que las calles de la ciudad, especialmente las del distrito Centro, hayan aparecido llenas de bolsas de basura, a lo que se suma, advierten, «la desastrosa campaña informativa sobre la medida».
El pasado 1 de noviembre comenzó a funcionar el nuevo modelo de servicio de recogida de residuos. Una de las medidas contempladas, que ha entrado en vigor tres meses después, es la no recogida de la fracción de restos, es decir, la del cubo naranja, en domingos y festivos, algo que según el Ayuntamiento se hace para «favorecer la recogida selectiva» de residuos y ajustarse «a las diferentes normativas estatales y comunitarias».
Como consecuencia de ello, el distrito Centro ha amanecido con los cubos desbordados y las aceras llenas de bolsas, «señal clara de que la medida impulsada por el Ayuntamiento de Madrid no ha empezado con buen pie y ha sido un fracaso», denuncian desde CCOO.
CCOO del Hábitat de Madrid entiende que la campaña de información y concienciación para esta nueva medida ha sido «un rotundo fracaso a tenor de los resultados obtenidos», a pesar de que desde el Consistorio se incide en que se ha colocado carteles informativos en las 53.000 comunidades de vecinos que se ven afectadas en toda la capital.
De igual manera, desde el sindicato se plantea aumentar recursos hasta la normalización del servicio, ya que ha día de hoy «ha habido una falta de equilibrio en el mismo y en las cargas de trabajo de las plantillas». Así mismo se aboga por «mejorar la campaña de información y difusión a la ciudadanía para paliar cuanto antes la situación». Por todo ello, el sindicato ha solicitado por escrito» acciones urgentes» al Ayuntamiento para que «se solucione la situación generada y no se vuelva a repetir».
Para el responsable de Saneamiento Urbano de CCOO del Hábitat Madrid, Pedro Morán, “lo ocurrido es la consecuencia de la improvisación y mala gestión del servicio de recogida en cuanto a la retirada del cubo naranja y la distribución de los residuos en los nuevos cubos, ocasionando insalubridad y caos para los ciudadanos y ciudadanas y una carga de trabajo brutal en un día paras las trabajadores y trabajadores del servicio”. “Tampoco las empresas han realizado ninguna previsión ante algo que se veía que iba a ocurrir y que veníamos avisando. Una vez más la profesionalidad de las plantillas ha sido superior a la capacidad de gestión del Ayuntamiento y empresas en la recogida de residuos en Madrid”, concluye.