La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha autorizado este jueves la licitación del nuevo contrato de servicios de conservación integral de parques y viveros municipales que aumenta la inversión un 42,8% respecto al servicio actual. El Área de Medio Ambiente y Movilidad va a destinar para este servicio cerca de 400 millones de euros, IVA incluido (399.474.214 euros) para cuatro años, lo que se traduce en un incremento anual de los 70 millones de euros actuales a 100. Así, la ratio en euros pasa de 2,6 a 3,21 por metro cuadrado.
Como ha explicado el delegado del área, Borja Carabante, en la rueda de prensa posterior a la Junta, este esfuerzo presupuestario permitirá elevar considerablemente el personal operativo al servicio de la conservación de estos espacios, pasando de 979 trabajadores a 1.661, es decir, un 70 % más, para poder ofrecer un servicio de calidad que repercuta en beneficio de los madrileños. A diferencia del documento actual, el nuevo pliego incorpora la determinación de una plantilla mínima para el desarrollo del contrato.
Otra de las novedades es la incorporación al mantenimiento municipal de 13 parques y zonas verdes que, o bien son nuevas, o se mantenían con otros contratos o mediante juntas de compensación. Se trata del parque de la Gavia, las áreas ajardinadas de plaza de España, el parque de la Atayuela, la ampliación de Madrid Río (Aniceto Marinas), la parcela del Calderón Bulevar de Mahou, las ampliaciones de la Cuña Verde y la Cuña Norte de O’Donnell, la del parque forestal de Valdebebas-Felipe VI, la ampliación del parque lineal del Manzanares sur, el parque de las Comunidades (Mercamadrid) y las zonas forestales del Bosque Metropolitano (el anillo verde de Villaverde, el Campo de las Naciones y la zona forestal de Butarque). Además, se incorpora la Quinta de Torre Arias, ya que la remodelación que se va a llevar a cabo requiere de más personal técnico del que dispone en la actualidad.
Se suman a estos parques los 19 que actualmente están en conservación: los jardines del Buen Retiro, el parque del Oeste, el Templo de Debod, Príncipe Pío, Quinta de Los Molinos, el parque de El Capricho de Alameda de Osuna, la Quinta de la Fuente del Berro, los jardines de Sabatini, los jardines de la Plaza de Oriente, el parque de la Dehesa de la Villa, el parque Juan Pablo II, el parque Juan Carlos I, el distrito C de Las Tablas, Madrid Río y el Palacio de Cristal de Arganzuela, el parque lineal del Manzanares, la Casa de Campo, el área forestal de Tres Cantos y Fuente Carrantona.
Criterios medioambientales y adecuación a los objetivos de la ONU
Este contrato se encarga de la conservación integral de todos los elementos e infraestructuras de los parques y viveros municipales. Se incluyen los elementos vegetales, el saneamiento, los pavimentos duros y blandos, los cerramientos y vallados, los elementos de obra civil, pasarelas, miradores, alumbrado, riego, mobiliario y juegos, fuentes y láminas de agua, etc. Además, los adjudicatarios se han de responsabilizar de la limpieza, la vigilancia, el fomento de la biodiversidad, los trabajos técnicos de cartografía, la gestión de la información, los planes directores y los protocolos de emergencias.
A diferencia del pliego actual, en el nuevo contrato se definen frecuencias específicas para cada labor (desbroces, siegas, riegos…) y se establece la creación de retenes de guardia para actuaciones urgentes las 24 horas del día. Estos equipos deberán atender los avisos de intervención que les puedan llegar a través de los servicios técnicos municipales, Bomberos, Policía Municipal, SELUR o SERVER, entre otras fuentes.
El pliego introduce, además, criterios medioambientales, sociales y económicos que sirvan de referente en la contratación pública responsable. Por ejemplo, se obliga a las empresas a contar con vehículos mayoritariamente no contaminantes, con bajo nivel de ruido y de nueva adquisición.
Los adjudicatarios deberán mantener los parques y viveros de la ciudad con un enfoque no exclusivamente ornamental y de uso, sino también maximizando los beneficios de los servicios ecosistémicos que generan dichos espacios a los ciudadanos.
El nuevo servicio se ha ajustado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y la UE para la lucha contra el cambio climático, la reducción del consumo de la energía, la mejora de la calidad del aire, el fomento de la economía circular y la defensa de la biodiversidad.
El Ayuntamiento de Madrid persigue avanzar hacia una ciudad más sostenible, fomentar modelos urbanos que reduzcan el consumo de recursos y reemplazar la dependencia de bienes externos por la autonomía local, fomentando la reutilización de restos de siega o la poda, por ejemplo.
Otra de las novedades que incluye el contrato, que entrará en vigor el 1 de junio, es un nuevo modelo de gestión del control de plagas y la sanidad vegetal basado en la prevención, la monitorización y en la actuación en el momento preciso con medios manuales y control biológico. No se emplearán productos químicos para herbicidas, abonados ni para el control de plagas, salvo casos excepcionales justificados.
Para el fomento de la biodiversidad, se adaptarán labores y calendarios de mantenimiento. Se prohíbe la plantación de especies declaradas exóticas e invasoras y, progresivamente, se sustituirán las existentes por flora autóctona.
De tres lotes de parques a siete
Con el nuevo contrato y de cara a ofrecer un trabajo más respetuoso con las características de los parques y una mayor calidad en el servicio, se pasa de los tres lotes que contempla el pliego actualmente vigente y que divide a los espacios en parques singulares, históricos y forestales, a siete lotes de parques.
El lote 1 es el de los jardines del Buen Retiro. Hasta ahora se incluían en el lote de parques históricos, pero dada la importancia de este espacio para la ciudad, a que es el parque más visitado y el más emblemático de la capital, cuyos orígenes se remontan a 1630, y a que, además de ser Bien de Interés Cultural en la Categoría de Jardín Histórico, ha sido declarado recientemente Patrimonio Mundial por la Unesco junto con el paseo del Prado, posee, desde la entrada en vigor del nuevo contrato, una categoría propia.
El lote 2 es el de Parques Históricos. Son los parques y jardines de carácter histórico que han de ser protegidos y conservados de una manera especial debido a su carácter singular, al Plan General de Ordenación Urbana de Madrid y a la legislación vigente. Este lote se subdivide en dos grupos: el de Espacios Singulares de Especial Protección, donde se incluye exclusivamente la Dehesa de la Villa, y el de Parques y Jardines Históricos. En este último se sitúan el parque del Oeste (con los jardines el Templo de Debod y Príncipe Pío), la Quinta de los Molinos, El Capricho, la Quinta de Fuente del Berro y la Quinta de Torre Arias.
El lote 3 es el de Parques Singulares del Este. Comprende el parque Juan Carlos I, el Juan Carlos II, el parque de La Gavia, el parque de la Atayuela y el Distrito C de Las Tablas.
El lote 4 es el de Parques Singulares del Oeste. Incluye Madrid Río, la zona de Aniceto Marinas, el Palacio de Cristal de Arganzuela y su centro de interpretación, la parcela del Calderón Bulevar de Mahou, los jardines de la plaza de Oriente, los de Sabatini, el parque lineal del Manzanares y la plaza de España.
El lote 5 es de Parques Forestales. Cubre la conservación de cinco parques que tienen en común que la mayor parte de su superficie es forestal. Entran dentro de esta categorización la Cuña Verde de O’Donnell y Fuente Carrantona, el parque forestal de Valdebebas-Felipe VI, el parque lineal del Manzanares sur, las zonas forestales del Bosque Metropolitano (Anillo Verde de Villaverde, Campo de las Naciones y la zona forestal de Butarque) y el parque de las Comunidades (Mercamadrid).
El lote 6 es el destinado a Casa de Campo y el área forestal de Tres Cantos. El Ayuntamiento ha decidió reservar un lote en exclusiva a estos dos parajes debido a que la Casa de Campo de Madrid fue un Real Sitio destinado a la caza y recreo de la monarquía desde 1562 con Felipe II hasta la Segunda República en 1931, cuando los terrenos de la Casa de Campo y del Campo del Moro fueron cedidos al Ayuntamiento de Madrid para ser destinados a parques de recreo e instrucción. En 2010 se declararon Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico.