Madrid renueva por 1,3 millones de euros el servicio de la unidad móvil que atiende a personas con adicciones y en situación de exclusión social

Gacetín Madrid

La Junta de Gobierno ha aprobado hoy el nuevo contrato para renovar el servicio de la unidad móvil de tratamiento y la atención domiciliaria de personas con adicciones en situación de exclusión social con un gasto plurianual de cerca de 1,3 millones de euros (1.295.000) y una duración de dos años, prorrogables.

La delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, ha destacado que esta unidad móvil, llamada ‘Madroño’, constituye “un dispositivo básico para que el Instituto de Adicciones del organismo municipal Madrid Salud [dependiente de su área de gobierno] capte y atienda a personas adictas en una situación de especial vulnerabilidad, desarrollando acciones encaminadas tanto a la reducción de daños como del riesgo de sus adicciones”.

La existencia de un sector de personas con adicciones que no están en contacto con los servicios asistenciales y donde los consumos de drogas se asocian con frecuencia a un deterioro importante de sus condiciones psicofísicas y a sus situaciones de marginación social llevó al Instituto de Adicciones de Madrid Salud a decidir, en 2004, la creación de esta unidad móvil.

Estos dispositivos son una herramienta básica para la atención a las personas que, debido a sus condiciones de salud psicológicas y sociales, no acceden a los centros de tratamiento, quedando fuera, por tanto, de los circuitos de la red de atención. Es por ello, por lo que se requiere de un dispositivo específico que realice la intervención en el propio entorno de la persona adicta.

Por otra parte, pacientes con adicciones presentan enfermedades asociadas que cursan con ingresos hospitalarios y originan una discapacidad (temporal o permanente) que dificulta el tratamiento de su adicción en los dispositivos asistenciales de referencia. El desarrollo de programas de atención domiciliaria favorece que estos enfermos puedan permanecer en su hogar durante el tiempo necesario, recibiendo una intervención específica.

Este servicio siempre ha tenido un alto nivel de actividad. También durante las diferentes fases de la pandemia (sobre todo en el confinamiento de marzo-mayo) ofreció servicios adaptados para la prevención de la COVID-19 y atención en confinamientos a personas con adicciones sin hogar o en situación de exclusión social: atención en pabellones (IFEMA y Samaranch), atención en hoteles medicalizados y atención domiciliaria.

Atenciones de la unidad móvil en 2021

Durante el año 2021, este servicio ha atendido a 453 personas, en torno a la mitad (215) nuevas. En el Programa de Sustitutivos Opiáceos, el 75,8 % han sido hombres y el 24,1 %, mujeres; el 30 % menores de 40 años y el 41 % mayores de 50 años, lo que supone un 7,7 % más que en 2020, reflejando un envejecimiento de la población atendida.

El Programa de Reducción del Daño de Alcohol atendió a 64 personas, el 81,2 % hombres y el 18,7 % mujeres, siendo el 93,7 % mayores de 40 años y el 98,4 % personas sin hogar, mediante el apoyo de la unidad a las salas de reducción de daños por consumo de alcohol de la red de atención a personas sin hogar.

Mientras, el Programa de Atención Domiciliaria a personas con adicciones, en situación de discapacidad temporal o permanente atendió a 30 personas en tratamiento y a seis personas más en aislamiento domiciliario por COVID-19.

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