La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha anunciado esta mañana que el edificio de la calle Luna, 32, en el distrito de Centro, más conocido como Palacio de la Infanta Carlota, ya ha sido recuperado por el Ayuntamiento, al finalizar esta semana el proceso de desalojo que ha durado dos años. Villacís ha visitado el inmueble, que durante mucho tiempo ha sido objeto de una ocupación incontrolada, junto al delegado del Área de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, y el concejal del distrito, José Fernández.
Ahora, una vez recuperado para todos los madrileños, “el primer paso es rehabilitar el edificio”, según ha explicado Villacís, de lo que se encargarán los técnicos de la edificación del Área de Desarrollo Urbano. Una actuación que llevará como mínimo un año, dado el grado de deterioro que presenta el inmueble, que ha sido objeto de diversas intervenciones de emergencia a lo largo de los años.
En cuanto al futuro uso, una vez sea rehabilitado, la vicealcaldesa ha explicado que “tras evaluar las distintas necesidades del distrito se detecta en la zona una carencia en materia de dotaciones culturales y también para mayores”. Por lo tanto, ha indicado Villacís, “se está analizando la viabilidad de implantar estos nuevos usos”.
Fuentes ha añadido que se estudia “dedicar una parte del edificio – planta baja y primera- a un uso cultural, y las plantas superiores a la creación de viviendas intergeneracionales de mayores y jóvenes”.
Ocupación incontrolada
El Ayuntamiento comenzó el proceso de expropiación del edificio de la calle Luna, 32, cuyo propietario lo había compartimentado en muchas viviendas para su alquiler masivo, en 2005, y lo culminó en 2011. El inmueble fue objeto de un proceso de ocupación incontrolada de las diferentes viviendas, así como los locales exteriores y otros espacios del edificio.
Esto aumentó la problemática estructural y de seguridad que afectaba al edificio, pero, además, se añadió un problema de salubridad por acumulación de basuras en diferentes espacios. Al mismo tiempo se produjo una situación de economía sumergida ya que se llevaba a cabo el alquiler ilegal de viviendas y habitaciones lo que al mismo tiempo propició en una grave situación de masificación.
El equipo de Gobierno municipal, consciente de la peligrosidad de la situación, ordenó una visita en septiembre de 2029 para filiar a los ocupantes del inmueble, en la que se verificó la existencia de 38 espacios ocupados, con más de 200 ocupantes, aunque el número variaba a raíz de la actividad de realquiler y de hospedaje irregular.
Transcurridos dos años, en las que se han realizado 14 entradas con autorización judicial, esta semana el Ayuntamiento ha tomado posesión del edificio, gracias al trabajo conjunto del Área de Desarrollo Urbano, el SAER (Servicio de Atención a la Emergencia Residencial) y los Servicios Sociales del distrito de Centro, el Samur Social y los servicios sociales del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social y la Policía Municipal.
En todo momento se han facilitado alternativas habitacionales y soluciones de emergencia para evitar que cualquier persona pudiera quedar en situación de vulnerabilidad.
Historia del Palacio
El edificio fue construido en la segunda mitad del siglo XVIII por el arquitecto Juan de Villanueva, máximo exponente de la arquitectura neoclásica en España y autor, entre otros, del edificio del Museo del Prado, el Oratorio del Caballero de Gracia o el Real Observatorio de Madrid.
Tiene una superficie construida de casi 5.000 m2. El Palacio recibe su nombre por el hecho de haber estado habitado por el infante Francisco de Paula, hermano de Fernando VII, y su esposa la infanta Carlota.
