La Comunidad de Madrid iniciará el 7 de septiembre el curso escolar 2022/23 que finalizará el 22 de junio del próximo año. En concreto, las Escuelas Infantiles, Casas de Niños (0-3 años), colegios de Educación Infantil y Primaria, Educación Especial y los centros integrados de Enseñanzas Artísticas de Música empezarán el día 7 -miércoles-, mientras que el 8 de septiembre será la fecha de la vuelta a las aulas en Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional y los centros integrados de Enseñanzas Artísticas de Música y de ESO.
Por su parte, el calendario aprobado por la Consejería de Educación, Universidad, Ciencias y Portavocía recoge que el 12 de septiembre arrancará la actividad lectiva para los alumnos los Conservatorios Profesionales de Música y Danza, las Escuelas Oficiales de Idiomas y 2º de los ciclos de Artes Plásticas y Diseño de las Escuelas de Arte. Finalmente, los Centros de Educación de Personas Adultas lo harán el 16 de septiembre y 1º curso de los ciclos de Artes Plásticas y Diseño, el 22 del mismo mes.
Las vacaciones de Navidad comenzarán el 23 de diciembre y las clases se reanudarán el 9 de enero, mientras que el periodo no lectivo con motivo de la Semana Santa se desarrollará entre el 31 de marzo y el 10 de abril de 2023. El 12 de octubre, 1 de noviembre, 6 y 8 de diciembre de 2022 serán festividades de carácter general. Asimismo, también se habilitan como días no lectivos el 31 de octubre, 5 y 7 de diciembre de 2022, así como el 24 y 27 de febrero de 2023.
El curso terminará el 31 de julio en el primer ciclo de Educación Infantil y el 22 de junio en segundo ciclo de Infantil, Primaria, Educación Especial, ESO, FP, Enseñanzas Artísticas de Música, Conservatorios Profesionales de Música y Danza, Escuelas Oficiales de Idiomas, Escuelas de Arte y Educación de Adultos. Los alumnos de 1º de Bachillerato también concluirán este mismo día 22, mientras que para los de 2º las fechas se adaptarán a las necesidades derivadas de la realización de la evaluación final y de los procedimientos de admisión en las universidades.
CCOO propone un calendario escolar alternativo
La Federación de Enseñanza de CCOO Madrid ha elaborado una alternativa al calendario escolar de la Consejería de Educación para el próximo curso que “responda a la realidad de las necesidades educativas y no imponga a alumnado y a equipos docentes y directivos unos tiempos desiguales e innecesariamente largos”.
La alternativa sindical se centra en tres requerimientos: «que se retrase el inicio del curso de tal manera que el calendario se ajuste a los 175 días lectivos mínimos que indica la LOE (que ya es de los más extensos de la UE) unificando el inicio de curso al 12 de septiembre; que las festividades locales que coincidan con periodos de vacaciones sean trasladadas a periodos lectivos para que en todas las localidades se disponga del mismo número de días lectivos, y que se equipare el calendario de las escuelas Infantiles al calendario de los centros de Educación Infantil y Primaria para evitar un aumento innecesario de días lectivos que no esté respaldado por criterios educativos».
CCOO advierte que el calendario escolar que propone la Consejería de Educación «no deja tiempo material al profesorado para preparar el curso y en un momento además en el que más preparación se requiere debido a los nuevos currículos que llegarán en verano». La secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid, Isabel Galvín, ha explicado que la ampliación de los días lectivos en semana y media «es muy excesiva: se inicia demasiado pronto la actividad lectiva y no hay tiempo material para prepararlo todo antes de que lleguen los alumnos: organización de grupos, del profesorado, que la Consejería muchas veces contrata demasiado tarde, o la propia actualización de las programaciones, que hay que hacerla cada año pero este especialmente, dado que se está poniendo en marcha una nueva ley y los currículos llegarán en verano”
Galvín acusa a la Consejería de Educación de recurrir a la ampliación de días lectivos “como medida de coste cero para aparentar que se preocupan por la calidad educativa, y así evitar implementar medidas estructurales y de consenso, como inversión en plantilla, construcción de centros públicos y una bajada inmediata de las ratios en todos los cursos, entre otras”.
Otra de las críticas sindicales se refiere a que “la duración de los trimestres es extremadamente desigual, con una diferencia en la duración que no responde a ninguna razón de peso”. Por ejemplo, detalla Galvín, “el último trimestre contaría, únicamente, con 53 días lectivos, mientras que el primer trimestre tendría 70. Es evidente que no se tienen en cuenta las necesidades educativas específicas de cada uno de los trimestres”.
Del mismo modo, añade, “los días no lectivos y festivos se reducen respecto al año pasado y se distribuyen de manera aleatoria y desigual a lo largo del curso, lo cual contribuirá al cansancio del profesorado, que ya de por sí sufre una permanente sobrecarga de trabajo y burocracia, y del alumnado”.
«Doble rasero para el alumnado público»
Desde CCOO «también consideramos un grave error el mantenimiento de las evaluaciones extraordinarias en el mes de junio, fecha que llevan imponiendo desde el curso 2017/2018 a pesar de que ha causado un malestar generalizado en los centros». El anterior consejero de Educación «se comprometió a realizar una evaluación de este modelo a los dos años de la implantación, pero esta evaluación no se ha llevado a cabo».
Este año, la Consejería ha decidido retrasar la evaluación ordinaria aún más, hasta el 14 de junio, de manera que entre la evaluación ordinaria y la extraordinaria se dispone de una semana: “Es un calendario que no tiene en cuenta los tiempos reales de estudio y preparación de estos exámenes, y que por lo tanto ignora las necesidades educativas del alumnado madrileño. Sin embargo, los centros privados-concertados no están obligados a cumplir con esas fechas, creando un doble rasero que limita mucho más las oportunidades del alumnado público”.
En definitiva, “se trata de un calendario muy mal organizado, que no atiende a las necesidades del profesorado ni a las educativas ni a los tiempos necesarios. Ni los equipos directivos y docentes tienen tiempo de preparar el curso antes de la primera semana de septiembre ni el alumnado tiene tiempo de preparar la convocatoria extraordinaria en junio. Es un calendario innecesariamente largo que, paradójicamente, no deja tiempo y espacio para lo importante”.