La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid juzga este martes, 19 de julio, a A. P. B., un hombre que padece un trastorno afectivo bipolar no especificado, por intentar hasta en dos ocasiones el asesinato de otra persona que se encontraba internada en su misma unidad de psiquiatría.
La Fiscalía Provincial de Madrid solicita 5 años de prisión para él. El representante del Ministerio Público, que le imputa un delito de asesinato en grado de tentativa, pide que la medida de internamiento se lleve a cabo en un centro especializado para el “tratamiento médico adecuado a su la alteración psíquica”.
El acusado había ingresado el 11 de septiembre de 2019 en la unidad de psiquiatría del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid por trastornos de conducta. Allí coincidió con el interno S. G. A., quien había sido declarado en situación de incapacidad total y por ello se había designado a la Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos (AMTA) como órgano encargado de su tutela.
Según el escrito de acusación, sobre las 01:45 horas del 17 de septiembre el procesado, “con la idea de acabar con la vida de S. G. A.”, se dirigió a su habitación y, “aprovechando que se encontraba dormido”, comenzó a propinarle golpes y puñetazos en la cara y en la nariz, al tiempo que le decía “te voy a matar”.
Alertados por los ruidos, cuatro trabajadores del hospital T. S. C. (celador), M. I. G. M. (auxiliar de enfermería), C. M. N. (enfermera) y S. F. G. (enfermero), acudieron “apresuradamente” a la habitación, “sorprendiendo al procesado e impidiendo que continuara con la agresión”.
Ocho días más tarde, el procesado, “guiado por la misma intencionalidad de acabar con la vida de S. G. A. “, se escabulló de su habitación y se introdujo nuevamente en el dormitorio de la víctima que se encontraba dormida en ese momento. “Una vez dentro, el procesado cogió la almohada que estaba usando S. G. A. y la presionó fuertemente sobre su cara con la intención de asfixiarle, lo que provocó que S. G. A. se despertara e intentara defenderse haciendo aspavientos con los brazos y las manos bajo la almohada como si le faltara el oxígeno”, añade la Fiscalía.
La víctima no pudo liberarse de su agresor hasta la llegada de dos trabajadores del hospital “persistiendo el procesado en su agresión y ofreciendo resistencia para apartarse de la víctima, hasta que finalmente lograron retirarle”.
La Fiscalía recuerda que el acusado, que se encuentra privado de libertad por esta causa desde el 26 de septiembre de 2019, presenta un trastorno afectivo bipolar no especificado unido a otro trastorno esquizoafectivo y de personalidad tipo clúster, “teniendo en el momento de los hechos conservadas sus capacidades cognitivas intactas, y alteradas sus facultades volitivas pero sin que se encontraran anuladas por completo”.