Más Madrid ha reclamado «soluciones ambiciosas y urgentes» al problema de las cocinas industriales. «Queda mucho por hacer y el Ayuntamiento de Almeida no soluciona el grave problema de las cocinas industriales en la ciudad de Madrid. A pesar de que los vecinos llevan desde 2021 protestando por su instalación en zonas residenciales, debido a las molestias y peligros que provoca su funcionamiento cerca de viviendas y zonas escolares, las medidas adoptadas por el alcalde llegan tarde y son, a todas luces, insuficientes», señalan desde Más Madrid.
El último incidente se produjo el pasado fin de semana en las cocinas ubicadas en el número 10 de la calle José Calvo, en Tetuán, donde tuvieron que intervenir los bomberos municipales de madrugada tras recibir un aviso de la central de alarma de las cocinas.
Para la concejala de Más Madrid Mar Barberán, ya es hora de que el Gobierno de Almeida “haga caso a las vecinas y vecinos que en muchas zonas de Madrid sufren de manera permanente malos olores, humos, ruidos, inseguridad por el constante tráfico de motos…, no solo en zonas de viviendas, también en zonas escolares como en el CEIP Miguel de Unamuno, en Arganzuela”.
El trabajo de movilización de los vecinos y de oposición de Más Madrid, señala, «ha dado sus primeros frutos», recogidos en la aprobación inicial de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana en el pleno extraordinario del pasado 6 de junio. Así, se limita el tamaño y número de cocinas industriales a implantar en las zonas residenciales de la ciudad. El gobierno municipal plantea 350 mes de superficie y ocho cocinas máximo, “pero a nosotros nos sigue pareciendo un número excesivo”, ha dicho Mar Barberán.
También se amplían las limitaciones a todo el suelo residencial (norma zonal 9 en grados 1 y 2), algo que había quedado fuera tanto de la moratoria sobre cocinas industriales y como de la propuesta de regulación incluida en el avance. Más Madrid reclamó que se prohibiera el establecimiento en todos los suelos enclavados entre zonas residenciales o que están en proceso de hacerlo en virtud de la regulación incluida en las normas urbanísticas del Plan General para los usos alternativos, que han funcionado durante este año como como efecto llamada, como el paseo Imperial.
Sin embargo, «las medidas son poco ambiciosas y claramente insuficientes» y lo más urgente, para el grupo municipal de Más Madrid, pasa por «reducir el número máximo de cocinas a cuatro en el tejido residencial, limitar la implantación de las cocinas en el entorno de equipamientos sensibles (centros educativos y sanitarios, por ejemplo) e incorporar un régimen transitorio para que las ya implantadas se adapten a la nueva regulación».