Desde la época de la Antigua Roma, hace ya más de dos mil años, una corona o un arreglo de flores representa el respeto que podemos llegar a sentir hacia la persona fallecida, hacia sus familiares y amigos, así como también puede representar nuestras condolencias y respetos, siendo además una excelente manera de recordar a todas aquellas personas que ya no están entre nosotros.
La crisis derivada de la pandemia del coronavirus, que ha tenido un alcance mundial y desgraciadamente se ha llevado de nuestro lado a un buen número de nuestras personas queridas, ha ocasionado que nuestra despedida, o bien no haya sido posible, o bien haya sido tan limitada que no hemos podido presentar nuestros respetos como se merecerían.
Pero ya lejos parecen quedar aquellos momentos cuando el Palacio de Hielo de Madrid, el Palacio de Hielo de Majadahonda (más conocido como ‘La Nevera’) y la Ciudad de la Justicia se convirtieron en morgues improvisadas, con el fin de conservar los cadáveres de las víctimas de este virus mortal llamado COVID-19, donde los cuerpos permanecían unos días hasta que los responsables podían o bien enterrarlos o bien incinerarlos, debido al colapso de las funerarias, crematorios y tanatorios de Madrid, que se vieron totalmente desbordados ante el aluvión de casos, y el cierre de la Funeraria Municipal de la capital.
Con la pandemia ya casi desterrada, la demanda de envío de complementos florales con este fin ha aumentado. Existe una amplia variedad de ramos de flores para fallecidos y coronas funerarias, con el objetivo de que podamos honrar a nuestros seres queridos y presentar nuestros máximos respetos a familiares y demás allegados. Concretamente los ramos de flores para difuntos son el tipo de arreglo floral perfecto para acompañar con un complemento la expresión de las condolencias por la perdida.
Los ramos de flores para un fallecido son el arreglo funeral más barato del mercado puesto que son el tipo de arreglo floral que menos flores frescas contiene. Por este motivo, el precio medio de un ramo de flores para un fallecido suele oscilar entre los 60 y 80 euros de media, incluso siendo totalmente naturales. De todos modos, este precio oscilará dependiendo del número de flores que contenga el ramo.