Stéphane Bancel, presidente de la biotecnológica Moderna, propietaria de una de las vacunas contra el coronavirus más extendidas en Europa y con un importante número de pinchazos en nuestro país (casi 10 millones) y en la Comunidad de Madrid (más de 1,6 millones), ha previsto que sus dosis administradas pierdan buena parte de su eficacia contra la variante Ómicron del coronavirus, una variante que ha comenzado a extenderse por territorio europeo y que ya ha llegado a Madrid.
Así lo ha indicado en declaraciones para el reconocido medio Financial Times: «no hay posibilidad, pienso, de que la efectividad siga en el mismo nivel que hemos tenido con Delta. Creo que va a haber una caída sustancial. No sé cuánto porque tenemos que esperar a los datos. Pero todos los científicos con los que he hablado dicen ‘esto no va a ser bueno'».
La eficacia de Moderna junto con Pfizer, la otra vacuna más extendida a nivel mundial, es de las mayores que existen, aunque recientemente fue reducida al 56,6% frente a la variante Delta, según un estudio de la Universidad de Stanford.
Ante ello, Bancel ha advertido que Moderna, aunque sacará una nueva inyección que recupere la protección frente a estas nuevas mutaciones del virus, sus nuevas dosis tardarán «muchos meses» en llegar y el suministro no será abundante «hasta verano». Esto contrasta con el compromiso suscrito por Pfizer para tener disponibles vacunas específicas contra Ómicron en un plazo inferior a 100 días, tareas que comenzaron ya el pasado viernes.