Barajas BIC plantea la prolongación del Pasillo Verde hasta el casco histórico y la creación de un espacio cultural

Gacetín Madrid

Con motivo de la anunciada ampliación del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas anunciada recientemente por AENA, desde Barajas BIC han remitido a este organismo una propuesta para la prolongación peatonal del Pasillo Verde Alameda/Pegaso (Calle Rioja) hasta el lugar en que se hallaban ubicados los depósitos de queroseno, donde plantean la creación de un Espacio Cultural que pueda ser aprovechado por el distrito, y en el que podrían integrarse un Museo del Aeropuerto de Barajas y un Centro de Interpretación Arqueológica.

El 30 de Julio de 1929 quedaría unido el destino del por entonces municipio de Barajas, hoy distrito de Madrid, al del aeropuerto de mismo nombre. En aquella fecha, en la sede del Ayuntamiento de Barajas, se firmaba el contrato de cesión de los terrenos necesarios para la creación del aeródromo que, con los años, se convertiría en uno de los más importantes aeropuertos internacionales.

La creación y progresiva expansión de esta gran infraestructura supuso un cambio radical en la vida económica y social de Barajas y, por supuesto, de toda la región de Madrid. Indudable es su peso económico ya sea por la actividad comercial que desarrolla o por la cantidad de empleos generados. De hecho, no se podrían entender la sociología y la economía en el actual distrito de Barajas sin la existencia del aeropuerto.

«Pero si bien es cierto que el aeropuerto ha supuesto un gran beneficio económico para la zona, no lo es menos que ha ensombrecido el actual distrito para convertirlo, a pesar de su gran valor histórico y cultural, en un barrio dormitorio de Madrid», exponen. Los actuales planes de expansión del aeropuerto para convertirlo en un hub intercontinental a medio plazo «pueden tener como efecto negativo que el distrito pueda quedar encerrado entre zonas logísticas y de servicios sin poder proyectar hacia el resto de la ciudad su potencial cultural como una nueva centralidad».

Por esta razón, desde Barajas BIC creen necesario «crear algún punto de encuentro entre el interés económico de la operación de AENA y el socio-cultural del propio distrito. No se trata de renunciar al primero, sino de encontrar actuaciones que supongan un beneficio para ambas partes». Así pues, desde la entidad plantean la realización de las siguientes acciones:

Creación de un espacio cultural:

Estaría ubicado en el lugar en el que se hallaban los ya desmantelados depósitos de queroseno. Este espacio podría incluir los siguientes centros de interés cultural:

1-      Museo del Aeropuerto de Barajas: 90 años después de su creación, el aeropuerto ha generado tras de sí un gran acervo histórico y cultural de gran interés para la ciudadanía. Su creación, expansión y actual existencia son un referente directo o indirecto para la vida de millones de madrileños.

2-      Centro de Interpretación Arqueológica: La progresiva expansión del aeropuerto ha supuesto el descubrimiento de una enorme cantidad de yacimientos arqueológicos provenientes de varias épocas. Así, a lo largo de la ribera del Jarama, se han podido documentar y estudiar valiosos restos de la Edad de Bronce, Carpetano, Romano, Visigodo y Musulmán que crean una verdadera línea evolutiva social y cultural de la región. A estos restos, también se pueden sumar los de épocas más recientes como el poblado de Rejas, los conventos del bajomedievo y del siglo XVI… un buen número de restos que en la actualidad se hallan bajo las pistas.

3-      Espacios para actividades: Sería de bastante interés para el distrito que este equipamiento integrara asimismo espacios (salón de actos, salas de exposiciones,…) para desarrollar diferentes actividades. Asimismo, podría crearse un mirador del Aeropuerto.

Prolongación peatonal del Pasillo Verde

Para esta prolongación se utilizaría el tramo restante de la antigua vía de ferrocarril utilizada para transportar el queroseno a los antiguos depósitos, cuyo trazo aún se conserva en gran parte sobre el terreno. Esto supondría un notable avance para el distrito, cuyos barrios se hallan separados bruscamente por vías de comunicación, al vincular peatonalmente dos de los mismos, Alameda de Osuna y Casco Histórico de Barajas.

La vía de ferrocarril empezaría a construirse a mediados de los años 50 del pasado siglo; en la actualidad, su trazado sigue conformando el paisaje urbano desde la Estación de O’Donnell (Ciudad Pegaso) hasta Barajas. Con esta prolongación peatonal se completaría totalmente su recuperación para los vecinos del distrito.

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