La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha, desde este lunes 2 y hasta el domingo 8 de agosto, una campaña especial en la que se intensificarán los controles sobre el consumo de alcohol y/o drogas y la conducción. Para ello, se establecerán diferentes puntos de control a cualquier hora del día con el objetivo de evitar que personas que hayan ingerido alcohol o hayan consumido drogas circulen por las carreteras.
Para disuadir del consumo de estas sustancias durante la conducción en todo tipo de vías, Tráfico ha invitado a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes para que se sumen a la campaña, con el establecimiento de controles en sus respectivos cascos urbanos.
Desde hace varios años, la DGT está trabajando con los ayuntamientos y desarrollando un plan de apoyo a las policías locales en materia de pruebas de alcohol y otras drogas, realizando cursos de formación y dotándoles de instrumentos para la realización de controles de drogas. «La participación de las autoridades locales en esta materia es imprescindible para realizar la vigilancia lo más próxima a las zonas de consumo y evitar una mayor exposición del riesgo», ha señalado el Ministerio del Interior.
Según un informe del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), de los 597 conductores fallecidos en accidente de tráfico y sometidos a autopsia y análisis toxicológico, 291 (48,7%) arrojaron resultados positivos a alcohol, drogas de abuso y/o psicofármacos, lo que implica un 3,2% más que en 2019.
El alcohol sigue siendo la sustancia más consumida por los conductores fallecidos (20,1%), seguido por otras drogas (20,1%) principalmente cocaína y cannabis, y, en tercer lugar, los psicofármacos (13,4%). Destaca también la alta tasa de alcoholemia en los fallecidos con resultados positivos en alcohol; el 78,5% de ellos arrojó una tasa igual o superior a 1,2 g/L.
El estudio comparado de los últimos 10 años del número de conductores con resultados toxicológicos positivos muestra una tendencia al alza en el consumo de alcohol, drogas y psicofármacos, con un 6,2% más. Destaca el incremento de drogas, un 7,6% más, frente a un aumento del 3,1% en el consumo de alcohol y un 1% en el de psicofármacos.