La Comunidad de Madrid celebra el 170 aniversario de la creación de Canal de Isabel II. Esta empresa pública, responsable de la gestión del ciclo integral del agua en la región apuesta por el cuidado ambiental, la sostenibilidad, la eficiencia y la innovación como señas de identidad.
Así lo ha destacado la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura del Ejecutivo madrileño, Paloma Martín, en la visita que esta mañana ha realizado al Segundo Deposito, una de las instalaciones más antiguas de la compañía y que hoy continúa en servicio.
En el transcurso de su recorrido, Martín ha reseñado los principales hitos de la historia del Canal, y cómo su nacimiento puso fin a la escasez de agua que comprometía el desarrollo de Madrid e incluso su futuro como capital de España. A lo largo de su historia, Canal de Isabel II ha pasado de dedicarse únicamente al abastecimiento de la capital a ser la encargada de la gestión del ciclo integral del agua (captación, tratamiento, distribución, saneamiento, depuración y reutilización) en toda la Comunidad de Madrid.
Hoy, Canal de Isabel II abastece a más de 6,8 millones de habitantes en toda la Comunidad de Madrid, y para ello opera con 34 depósitos reguladores de gran tamaño y casi 300 de menor capacidad, así como 13 presas, 14 estaciones de tratamiento de agua potable y más de 17.000 kilómetros de redes de distribución. También se encarga de la recogida y transporte de aguas residuales hasta las depuradoras, donde el agua se trata antes de ser devuelta a los ríos en las mejores condiciones.
Además, en estas instalaciones se produce agua regenerada para riego de parques, jardines y baldeo de calles, y para mejorar la calidad ambiental de los cauces. A lo largo de todo el ciclo del agua, Canal de Isabel II obtiene energía eléctrica gracias a instalaciones que en 2020 le permitieron generar hasta el 74% de su consumo.
Sostenibilidad, innovación y economía verde, claves del futuro
“Canal de Isabel II es una gran empresa pública de la Comunidad de Madrid y un referente a nivel nacional e internacional en la gestión del ciclo integral del agua. Es líder en innovación, sostenibilidad y apuesta por una economía verde. En esa línea, y según el último análisis de la agencia de calificación Fitch, que mide la adaptación de las empresas a la sostenibilidad, sólo 10 compañías españolas figuran entre las 100 líderes mundiales y una de ellas es Canal, lo que dice mucho de su eficaz gestión”, ha destacado la consejera.
Martín ha resaltado la importancia de contar con una empresa pública de estas características, a la hora de impulsar políticas orientadas a garantizar la sostenibilidad del agua y la economía verde en la región, y para ello ha puesto como ejemplo la depuración del 100% de sus aguas residuales para su reutilización o cómo el 90% de la producción de agua regenerada se vierte a los cauces de los ríos para limpiarlos.
Además de seguir gestionando de manera eficiente el ciclo integral del agua, el objetivo de Canal para el futuro es mejorar cada día su eficiencia y el cuidado del medio ambiente y la salud. Para ello, tiene en marcha proyectos como VIGÍA, el mayor y más ambicioso sistema de detección de restos de SARS-CoV-2 en agua residual de España, que monitoriza la presencia de trazas del virus en todos los municipios de Madrid y que ya ha realizado cerca de 16.000 análisis.
Por otro lado, la empresa pública prepara la mayor renovación de redes para mejorar la calidad del agua y la eficiencia en la distribución de su historia: el Plan Red, cuyos contratos se adjudicarán próximamente y supondrá la sustitución de más de 1.200 kilómetros de tuberías en 163 municipios. La empresa también espera dar comienzo próximamente a las inversiones de su Plan Solar, con el que busca aumentar la generación de energía limpia para autoconsumo en sus instalaciones a través de placas fotovoltaicas. Y, ligado a una de estas instalaciones y a la generación de energía limpia, Canal instalará en la depuradora Arroyo Culebro Cuenca Media-Alta la primera planta de generación de hidrógeno verde que obtendrá este gas a partir de agua regenerada y gracias a energía solar renovable.
El segundo depósito, el más antiguo aún en servicio
Cuando en 1858 se inauguraron las obras de traída de las aguas del río Lozoya a Madrid, éstas comprendían un único depósito de 58.000 metros cúbicos de capacidad (Primer Depósito) en el Campo de Guardias que, además, sufrió problemas de filtraciones casi desde sus primeros años. Esta infraestructura, que en pocos años resultó insuficiente, fue sustituida 20 años después por un nuevo depósito casi cuatro veces mayor, y capaz, por tanto, de atender la demanda creciente de una ciudad en pleno desarrollo.
La capacidad del depósito de Bravo Murillo es de 180.000 metros cúbicos, en dos
compartimentos de 90.000 cada uno: el primero de ellos entró en servicio en 1876, y el segundo en 1879. Esta infraestructura está formada por pilares de granito tallados a mano sobre los que reposan arcos y bóvedas de ladrillos macizos de la época. Al estar a la misma cota y con la misma altura de lámina de agua que el Tercer Depósito, situado en Islas Filipinas y puesto en servicio en 1914, opera con él conjuntamente en la misma zona de abastecimiento: el sur de la capital.
En la actualidad, junto a la fachada oeste de esta instalación, que hoy continúa operativa y es el depósito más antiguo en funcionamiento de cuantos opera Canal, se sitúa el Parque Bravo Murillo, inaugurado a finales de 2020 y que cuenta con una superficie de cerca de 4.000 metros cuadrados, 50 árboles, alrededor de 1.000 arbustos y zonas ajardinadas, deportivas y de paseo.