El cadáver en descomposición de un hombre mayor ha sido encontrado en una vivienda del distrito madrileño de Puente de Vallecas. El hallazgo ha ocurrido en la noche del pasado viernes, 4 de junio, en un tercer piso del número 32 de la calle Sierra Madrona, barrio de Numancia.
Al parecer, el hombre de nacionalidad española y de nombre José llevaba muerto al menos un mes y medio. Será el Instituto de Medicina Legal el encargado de hacer la autopsia al cadáver para esclarecer la causa de la muerte: la principal hipótesis es que padecía algún tipo de enfermedad y murió por causas naturales.
La alerta la dieron sus vecinos, preocupados por él porque hacía mucho tiempo que no le veían por las escaleras o en el barrio y no acudía a las reuniones de la comunidad de vecinos, como solía hacer. Además, las cartas se acumulaban en su buzón.
Finalmente, ante el olor nauseabundo proveniente de su casa, agravado por el calor, decidieron llamar a la Policía Nacional, que acudió y, tras recabar información de los vecinos, pidieron ayuda a los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que accedieron a la vivienda por una ventana mediante una escala. En una de las habitaciones encontraron el cadáver del hombre en avanzado estado de descomposición.
Encuentran el cadáver de una mujer mayor comido por sus gatos en Fuencarral
El pasado 24 de mayo, el cadáver en descomposición de una mujer mayor que había sido parcialmente devorado por sus gatos ha sido encontrado en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo, en un cuarto piso del número 5 de la calle San Cugat del Vallés.
Al parecer, la mujer de 79 años de edad y de nacionalidad colombiana llevaba muerta al menos 3 meses, y tenía la parte superior del cuerpo comida parcialmente por sus siete gatos, cinco de los cuales también habían muerto. Es el Instituto de Medicina Legal el encargado de hacer la autopsia tanto al cadáver de la mujer como a sus gatos para esclarecer la causa de la muerte, que pudo ser por causas naturales, aunque no se descarta el COVID-19.
Al parecer, la fallecida residía desde el 1996 en este piso del IVIMA, ni estaba casada ni tenía hijos y toda su familia vivía en Colombia. La alerta la dieron sus vecinas y amigas, preocupadas por ella porque al parecer estaba enferma desde hace un año, posiblemente de COVID-19, y no la veían acudir a dar de comer a los gatos callejeros o a recoger la fruta y verdura sobrante de los mercadillos, como solía hacer.
Sus vecinas llamaron repetidamente al timbre, pero nadie respondía, al igual que su teléfono móvil, que aparecía como apagado. Además, las cartas se acumulaban en el buzón. Las vecinas sospecharon que podía estar ingresada en un hospital cercano pero tampoco la encontraron, al igual que el administrador de la finca.
Las peores sospechas se confirmaron cuando empezó a salir de la vivienda un fuerte hedor y se comenzaban a acumular las moscas. El pasado lunes decidieron llamar a la Policía Nacional, que acudió y, tras recabar información de los vecinos, pidieron ayuda a los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que accedieron a la vivienda por una ventana mediante una escala.
En una de las habitaciones encontraron el cadáver de la mujer en avanzado estado de descomposición y con la parte superior de su cuerpo comido por los gatos, junto a los cadáveres de cinco de estos animales y otros dos vivos. El Servicio Veterinario Municipal de Urgencias del Ayuntamiento de Madrid, el SEVEMUR, trasladó a los dos únicos gatos vivos, pero en muy mal estado, al Centro de Protección Animal.