La Sala Fernando Arrabal A de Naves del Español en Matadero, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte, acoge desde este sábado, 29 de mayo, y hasta el 5 de junio el estreno mundial de Tránsito, ópera de cámara con música y libreto de Jesús Torres, dirección musical de Jordi Francés y dirección de escena de Eduardo Vasco, a partir de la obra de teatro breve del mismo nombre que Max Aub escribió en 1944 desde su exilio en México.
El montaje aborda temas como el conflicto, la lealtad, el compromiso y la obligación de los españoles que sufrieron el destierro tras la Guerra Civil. El elenco de Tránsito está compuesto por el barítono Isaac Galán (Emilio) y la soprano María Miró (Cruz) en los papeles principales, junto con la mezzosoprano Anna Brull (Tránsito), el barítono Javier Franco (Alfredo) y el tenor Pablo García López (Pedro).
Tránsito es un encargo y una nueva coproducción del Teatro Real y el Teatro Español que podrá verse en seis únicas funciones: 29 y 30 de mayo y 1, 2, 4 y 5 de junio, a las 19:00 h.
En Tránsito, obra de teatro en un acto escrita en 1944 pero ambientada tres años después en una noche de duermevela de 1947, Max Aub reflejó la historia de Emilio, un español en el exilio mexicano que dialoga, simultáneamente, con Cruz, la esposa que se quedó en España junto a sus hijos y con Tránsito, su actual compañera sentimental. Emilio se enfrenta a la complejidad y a las dudas de construir una vida y un amor en el exilio que convivan con el compromiso y el recuerdo de su vida y de sus ideales políticos en España. Unos sentimientos en permanente conflicto marcados por la inseguridad, el destierro, el abandono, la distancia, la posibilidad del regreso y la culpa.
Doce ‘instantes’
Cuando todavía muchos excombatientes y exiliados republicanos españoles conservaban la esperanza de que los ejércitos aliados contendientes en la II Guerra Mundial pusiesen fin al régimen franquista, Max Aub adelantó la detención total del tiempo con la que la historia habría de condenar a todos ellos en un laberinto de lealtades encontradas, desgarros y desengaños políticos y personales. Esta pieza de teatro breve constituye un testimonio ético de dicho momento histórico y la base literaria de esta ópera de cámara en un acto dividida en 12 ‘instantes’ del zaragozano Jesús Torres, galardonado con el Premio Nacional de Música 2012.
El debut operístico de Torres está avalado por una sólida trayectoria artística de más de tres décadas, una voz autónoma y versátil que ha experimentado con el paso del tiempo una creciente libertad, intensidad y emoción y un apasionado vínculo con la poesía castellana reflejado permanentemente en su producción musical. Desde los primeros compases del prólogo orquestal, la música es densa y compleja, reflejo del inquietante texto de Max Aub.
“La idea de escribir una ópera me persigue desde mis inicios como compositor”, explica Torres. “El teatro breve del exilio de Max Aub me sedujo y creí encontrar un argumento sólido para embarcarme en mi primera ópera cuando hubiera una oportunidad cierta para estrenarla. Ha sido un reto poner música a un texto que en esencia es coloquial. El trazado melódico de las voces está íntimamente ligado a la fonética de nuestra lengua y esto, en consecuencia, provoca que toda la orquesta esté impregnada de esa calidez melódica y armónica”.
La dirección de escena corre a cargo de Eduardo Vasco. “No siempre se encuentra uno con un regalo como este: verse inmerso en el proceso de llevar a escena una ópera contemporánea que se está escribiendo en el momento, de un compositor al que se admira y de la mano de un maestro de prestigio. Pero, además, el disfrute se multiplica cuando la complicidad comienza a funcionar desde los primeros encuentros con un denominador común tan potente como el nombre de Max Aub”, apunta el director de escena.
“Nos une de una manera muy fuerte la temática que desarrolla la obra sobre aquellos españoles republicanos exiliados en México tras la Guerra Civil, perdidos en un limbo hospitalario aunque ajeno, desenraizados, transterrados y perdidos en un laberinto sin salida del que, en su mayoría, no lograron salir. Y también que pensamos que este drama, como otros casi olvidados ya de nuestro pasado, ha sido guardado sin contemplaciones en el cajón de los tópicos que alimenta la simpleza de nuestra política actual, y tratarlo con delicadeza, a través de este montaje, nos parece un asunto de urgencia nacional”. Este espectáculo está sujeto a JOBO, Joven Bono Cultural, dirigido a jóvenes entre 16 y 26 años.