Los servicios de Cirugía Torácica, de Anestesia y Reanimación, y la Unidad de Perfusión del Hospital General Universitario Gregorio Marañón han desarrollado un trabajo experimental que aborda la preservación de pulmones desde el momento de su extracción, con el fin de mantener la viabilidad y proteger sus funciones hasta el momento de su trasplante.
La investigación ha sido galardonada con el ‘Best Abstract Priza Competition’, el premio más prestigioso a nivel europeo concedido durante el Congreso Euroanesthesia 2020. La distinción a este trabajo ha sido concedida por un jurado internacional entre más de 1.200 comunicaciones.
Lo novedoso del estudio, titulado “La lidocaína potencia la atenuación de la respuesta inflamatoria pulmonar en el modelo de perfusión pulmonar ex vivo de los donantes en asistolia”, respecto a otras investigaciones que abordan esta misma problemática, es la aplicación de un anestésico local, la lidocaína, para atenuar el daño de isquemia-reperfusión. Es decir, se trata de disminuir la lesión que se produce en los órganos extraídos cuando se reduce el flujo sanguíneo y este se vuelve a introducir mediante una máquina de perfusión.
”Con la introducción de la lidocaína los beneficios que podrían tener los resultados obtenidos en este estudio, si se aplican a la investigación clínica, serían atenuar el daño por isquemia-reperfusión que se produce en los órganos extraídos y que incrementa el riesgo de disfunción del injerto trasplantado y complica el manejo postrasplante del receptor”, explica Ignacio Garutti, anestesiólogo del Hospital Gregorio Marañón y uno de los firmantes del trabajo, cuyo investigador principal es Carlos Simón, cirujano torácico del mismo centro hospitalario.
Durante el tiempo que transcurre entre la extracción, el almacenamiento y el implante el órgano es protegido mediante una perfusión ex vivo. El sistema ex vivo consiste en hacer funcionar los pulmones fuera del cuerpo humano pero en condiciones fisiológicas como si ya estuvieran implantados en el receptor del trasplante. Esto se consigue al conectar los pulmones a un circuito extracorpóreo que minimiza los daños y las propias lesiones derivadas de la preservación. El mantenimiento de la viabilidad de los órganos es un factor crucial para la supervivencia del injerto y para que el órgano recupere su función tras el trasplante.
Fruto de colaboraciones y sinergias
El trabajo, firmado por Alberto Calvo, Lisa Rancan, José Ángel Zamorano, Ignacio Garutti, Carlos Simón y Elena Vara, fue presentado en el congreso por Alberto Calvo, del Servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital Gregorio Marañón, y ha contado con la colaboración del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid
El estudio se ha desarrollado en la Unidad de Medicina y Cirugía Experimental del hospital y se encuadra en las líneas de trabajo del Grupo de Investigación del IiSGM “Aspectos Fisiológicos y Terapéuticos Médico-Quirúrgicos de las Enfermedades Respiratorias”, codirigido por Luis Puente, jefe de servicio de Neumología, e Ignacio Garutti. El eje “Modelos experimentales de Trasplante y Preservación Pulmonar”, está liderado por Carlos Simón.
La investigación ha sido financiada con ayudas del Instituto de Salud Carlos III, con cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), y de la Fundación Mutua Madrileña.