El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado declarar a los establecimientos centenarios de Madrid como espacios de especial significación ciudadana e interés general para la ciudad de Madrid a propuesta del Área de Gobierno de Economía, Innovación y Empleo.
Según el delegado de Economía, Innovación y Empleo, Miguel Ángel Redondo, “dentro del comercio tradicional madrileño, los establecimientos centenarios brillan con luz propia y, de tal manera han llegado a formar parte del imaginario urbano, que muchos de ellos pueden identificar por sí mismos a la ciudad de Madrid. Sirvan como ejemplo Capas Seseña, Doña Manolita, la chocolatería de San Ginés o la propia feria de libros de la Cuesta de Moyano”.
Todos estos establecimientos abrieron sus puertas en un Madrid muy diferente del actual, unos pocos antes del siglo XVIII, muchos en el XIX y en las primeras décadas del XX, cuando el realismo triunfaba en la literatura europea y las magníficas novelas de la época recreaban las grandes ciudades del continente. Ese fue el caso de Galdós, en cuyas novelas han quedado registrados establecimientos que han llegado hasta ahora dando testimonio de su tradición y raigambre.
Tal y como ha destacado Redondo, “hoy Madrid es una de las pocas ciudades del mundo donde aún existen decenas y decenas de establecimientos centenarios que abarcan múltiples sectores de actividad: alimentación, textil, joyerías, artes gráficas, oficios artesanos, floristerías, farmacias, cafés, restaurantes, librerías… El Ayuntamiento de Madrid no ha sido ajeno al interés y la significación de estos establecimientos que, año tras año y década tras década, han sabido mantener el espíritu emprendedor de quienes los pusieron en marcha y tampoco ha dejado de reconocer y aprovechar la tremenda fortuna de contar con su presencia en las plazas y calles de la ciudad”.
El delegado de Economía, Innovación y Empleo ha recordado, además, que este comercio crea empleo en los barrios, tiene una gran oferta de productos de calidad y especializados y contribuye a la creación y mantenimiento de un fuerte tejido y entramado social. También son importantes, según Redondo, por “la belleza de sus estructuras y el gran atractivo turístico de unos establecimientos testigos de un Madrid desaparecido que, con su trayectoria profesional, han demostrado su capacidad para ganarse la confianza de sucesivas generaciones de clientes, adaptarse a sus gustos y necesidades y posicionarse como principales exponentes del dinamismo y la competitividad empresarial.”
Conscientes del valor único de estos comercios, el Ayuntamiento continúa homenajeando a estos establecimientos, declarándolos espacios de especial significación ciudadana e interés general para la ciudad. Además de la placa distintiva diseñada por Mingote que actualmente se les otorga, están incluidos en la web www.comercioscentenariosdemadrid.es y campañas de promoción específicas. Asimismo, próximamente se publicará un libro ilustrado que recoge todas las reseñas históricas de los mismos y unas ilustraciones de sus emblemáticas fachadas.