- La única mujer del arte flamenco Premio Nacional de Música (2001) cierra el festival con la celebración de sus 40 años de carrera y un homenaje a la ciudad.
- Dani Pannullo se inspira en los movimientos urbanos para crear ATLAS map of moves y lleva el arte de la calle al escenario.
- Poesía y astronomía se fusionan en ‘astroesía’ para disfrutar de un avistamiento en verso en Una noche en el torreón.
- Las houses españolas se trasladan a Conde Duque en Voguing de una noche de verano, un espectáculo de creación y comunidad.
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Veranos de la Villa ha cumplido con su cita anual con los madrileños a punto de colgar el cartel de ‘entradas agotadas’ en los 22 espectáculos que se han programado a lo largo del mes de agosto y cuya inauguración el pasado 29 de julio corrió a cargo de la Compañía Nacional de Danza.
En esta 36º edición, el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid se ha propuesto «garantizar el encuentro en directo de artistas y espectadores, adoptando los protocolos más estrictos de seguridad, prevención y accesibilidad en Conde Duque». “Se han generado espacios seguros que permiten la necesaria comunión entre creadores y espectadores y, además, ha sido un respiro para el sector de la cultura que ha visto parada su actividad debido al estado de alarma generado por la COVID-19”, ha señalado Andrea Levy, delegada de Cultura, Turismo y Deporte.
En este 2020, Veranos de la Villa ha programado espectáculos y actividades de danza, teatro, música, circo, ‘astroesía’, fotografía y cine. Además, el 99 % de la programación ha sido accesible para todos los públicos mediante audiodescripción, paseos escénicos, interpretación en lengua de signos, bucle magnético, sobretitulado y accesos adaptados para personas en silla de ruedas o movilidad reducida.
La distancia reglamentaria durante el acceso y evacuación del recinto y entre butacas, el uso de mascarilla y el de gel hidroalcohólico al entrar en el recinto o antes y después de utilizar el aseo han sido de obligado cumplimiento durante la totalidad del festival.
Un concierto de agradecimiento a Madrid
Veranos de la Villa se despide de la ciudad hasta el próximo julio con un concierto extraordinario en agradecimiento a Madrid de Carmen Linares, única mujer del arte flamenco ganadora de un Premio Nacional de Música (2001), perteneciente a la mejor generación del flamenco junto a Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Enrique Morente y José Mercé.
Esta leyenda viva de la música española se sube al escenario del Conde Duque para realizar un gran homenaje al arte flamenco y a Madrid en un espectáculo titulado Cantaora (30 de agosto) en el que interpretará los grandes clásicos de su Antología de mujer, el cancionero de Federico García Lorca, homenajes a Enrique Morente, Paco de Lucía y Mercedes Sosa. Como números especiales, unos fandangos a dúo junto al gran cantaor onubense Arcángel y una versión flamenca del clásico Pongamos que hablo de Madrid al compás del jerezano Tomasito.
Parkour, b-boying y lucha grecorromana en escena
El coreógrafo argentino Dani Pannullo, pionero a la hora de llevar el arte de la calle a la escena, trae ATLAS map of moves, un juego de contrastes entre la energía que desprende un cuerpo de baile formado por atletas/bailarines y la belleza evocadora y oscura de las imágenes del fotógrafo José Ortiz-Echagüe.
Una coreografía sorprendentemente cercana a la acrobacia que combina con equilibrio elementos del work out free-style con la técnica del parkour, el b-boying y la lucha grecorromana. Esta producción de Ritmos del Mundo con el apoyo del Museo de la Universidad de Navarra y Nacho Gutiérrez se estrenó el miércoles y este jueves será la última función a las 21:00 h.
Poesía y astronomía se fusionan en ‘astroesía’ para pasar juntas Una noche en el torreón
Veranos de la Villa recupera la función con la que entre los siglos XVIII y XIX contó el Torreón de Conde Duque y, durante dos noches, el punto más alto del centro cultural se convierte de nuevo en observatorio astronómico en el que observar el cielo y lo que no se ve a primera vista. El astrónomo Carlos González Aznar y el poeta Andrelo S. (Pipas de Coco) se enfrentan en una sesión de ‘astroesía’ en la que la astronomía, fuente de inspiración, y la poesía, fuente de expresión, se fusionarán en una suerte de competición de freestyle.
Telescopios, máquinas de escribir, cráteres lunares, poesía automágica, anillos en Saturno y rap en una noche en la que la colaboración del público será fundamental. Solo queda relajarse, mirar hacia arriba y disfrutar de la reflexión sobre qué hay más allá de ese mar de tejados y antenas que también es Madrid.
Música, emociones y ganas de bailar en ‘El bello verano’
Cariño, la banda del eterno verano, presenta en Veranos de la Villa el nuevo material que han grabado en los últimos meses, X si me dejas en visto, capaz de aunar pop y música contemporánea con letras profundas y estribillos pegadizos. Para abrir la noche, estará Confeti de odio, el proyecto musical del madrileño Lucas Vidaur.
Desde 1995, Aracaladanza, dirigida por el coreógrafo hispano-argentino Enrique Cabrera y Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud, se ha convertido en un referente internacional de la danza contemporánea. La compañía madrileña cerrará la programación familiar con Summertime (29 y 30 de agosto), su nuevo espectáculo al aire libre de danza contemporánea interpretada por cinco bailarines de la compañía madrileña.
Las houses españolas toman Conde Duque en Voguing de una noche de verano
El voguing y la cultura ballroom que se popularizaron en Nueva York a mediados de los años 80, encontrándose ya desde sus inicios directamente vinculados con el antirracismo y la defensa de los derechos LGTBI, ahora vuelven a vivir un momento de auge en todo el mundo y desde hace seis años en Madrid también cuentan con una escena que, poco a poco, ha ido creciendo de la mano de artistas como Silvi ManneQueen (más conocida como Mother Spain) que han creado espacios seguros y con relevancia en los que poder articular la imagen propia a través del baile.
Veranos de la Villa ha convocado a las houses españolas para una ball (como se llama a las quedadas del colectivo) en la que, junto a las categorías tradicionales de la competición, habrá otras que giren en torno a lo castizo y a la ciudad, reinventando el imaginario tradicional y poniéndolo al servicio de esta subcultura para su propia reinterpretación. Una noche de empoderamiento y resiliencia cultural a través de poses estilizadas y mucha actitud.
