Madrid celebra La Paloma con la entrega de las ‘Palomas de Bronce’ y el descendimiento del cuadro

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha presidido este sábado 15 de agosto los actos conmemorativos de la festividad de la Virgen de La Paloma, patrona de los bomberos y considerada también patrona popular de la villa.

Almeida ha estado acompañado por la vicealcaldesa, Begoña Villacís, el concejal-presidente del distrito de Centro, José Fernández, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, representantes de todos los grupos municipales, del Cuerpo de Bomberos y de la Hermandad Virgen de La Paloma-Bomberos de Madrid.

En primer lugar, y en un acto celebrado en el patio de Cristales de la Plaza de la Villa, el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid ha reconocido al director general de Emergencias, Enrique López Ventura; al director general de la Policía Municipal, Pablo Enrique Rodríguez; y al gerente del organismo autónomo Madrid Salud, Antonio Prieto Fernández, por la labor desarrollada por todos ellos durante el estado de alarma. También, en representación de enfermos y víctimas de la COVID-19, ha sido homenajeado por la Hermandad Virgen de la Paloma-Bomberos de Madrid, Pedro Pablo Zamora.

Posteriormente se ha procedido a la entrega de las tradicionales ‘Palomas de Bronce-Bomberos de Madrid’, que este año han recaído en la Corporación municipal en su conjunto, también por la gestión realizada durante el estado de alarma y la situación generada posteriormente por la COVID-19, y que ha sido recogida por representantes de todos los grupos municipales.

Además también se han entregado galardones a la Fundación World Central Kitchen, por la gestión en la alimentación solidaria y a Enrique Martínez Pavón, en representación del trabajo que ha realizado la unidad NRBQ del Cuerpo de Bomberos de Madrid

Durante su intervención en el acto de entrega de los reconocimientos el alcalde ha querido agradecer a los bomberos y el resto de servicios esenciales su labor y dedicación desempeñada durante estos meses, reconocimiento que ha hecho extensivo también a la sociedad civil por su comportamiento durante la pandemia.

Tras cerrar el acto, Almeida y los demás representantes de la Corporación municipal han asistido en la Iglesia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real a la tradicional misa y han presenciado el descendimiento del cuadro de la Virgen de la Paloma del Altar Mayor.

Los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, del que la Paloma es patrona, han llevado a cabo, como es tradición, la operación de bajada y subida de un cuadro que contiene ese lienzo original del siglo XVIII. Mide 1,70 metros de altura y pesa 80 kilos. Debido a las medidas de seguridad y sanitarias, el lienzo no ha podido salir en procesión por las calles de Centro como es tradición.

Un trabajo en equipo para el que se necesitan al menos cinco bomberos y que, tal y como explica Felipe García Berzosa, presidente de la Hermandad de la Paloma – Bomberos de Madrid, «es un servicio muy gratificante» al que ellos acuden por alguna promesa a la Virgen o para agradecerle «que se van cumpliendo las peticiones que le hacemos cada año». Y también «para que la tradición no se pierda, porque es un día muy bonito para los compañeros y para el pueblo de Madrid».

Una tradición que nació antes de la Guerra Civil, cuando los vecinos pidieron ayuda al parque de bomberos de Puerta de Toledo para que les descolgaran el cuadro de la Virgen y sacarlo en procesión. «En la guerra se quemó la carroza que se usaba, así que durante unos años, hasta que hubo dinero para construir una nueva, se sacó a la Virgen en un coche de bomberos». Durante la salida procesional «los bomberos siempre notan el cariño y el afecto de la gente y los trabajos del año se ven recompensados».

Los agentes la han llevado este año a la Virgen «todo ese dolor que han palpado durante la pandemia». «Además del trabajo habitual de las guardias, hemos tenido mucho de lo que nosotros llamamos aperturas de puerta, de gente que no responde a las llamadas de sus familiares, fundamentalmente personas mayores».

Junto a esto, «la inmensa mayoría de la plantilla, yo diría que un 90 %, hemos realizado trabajos voluntarios de desinfección de residencias, centros públicos, comisarias, y de ayuda en el reparto de alimentos en parroquias y a domicilio. Ha sido un confinamiento trabajando».