- En la primera quincena de agosto, tras asegurar la estructura, se habilitará un paso peatonal transversal bajo el viaducto para reducir la distancia entre los pasos existentes.
- El puente se hará descansar sobre una estructura auxiliar que sostenga provisionalmente su peso y posteriormente se irá cortando la estructura mediante técnicas de serrado.
- Las labores de desmontaje, cuyo presupuesto asciende a 9,3 millones de euros, tendrán una duración estimada de cuatro meses.
El pasado mes de febrero, en el marco de una inspección rutinaria, se pudieron comprobar unas fisuras longitudinales en el puente que une las calles de Joaquín Costa y Francisco Silvela, en el distrito de Chamartín, y que han sido objeto de un análisis en profundidad.
Las conclusiones del estudio han determinado que la estructura ha llegado al límite de su vida útil, se recomienda su demolición y el cierre total al tráfico, tanto sobre el tablero como por debajo del mismo, algo que efectuó de inmediato el Ayuntamiento de Madrid.
A partir de este lunes, 20 de julio, se pondrán en marcha los planes de desmontaje de la estructura del puente, algo que se hará «fundamentalmente de día y no de noche», tal y como indicó hace unos días el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Para poder acometer el derribo de dicho scalextric se procederá a cortar desde este lunes el tráfico lateral entre Joaquín Costa y Avenida de América. Los vehículos serán desviados a la calle Diego de León y la calle Velázquez, que se habilitará en doble sentido.
Una vez garantizada la seguridad de la zona, el primer objetivo del Ayuntamiento es poder materializar a la mayor brevedad posible un paso peatonal transversal bajo el viaducto, que se implementaría en el tramo entre las calles López de Hoyos y Príncipe de Vergara.
De esta manera, se reducirá la distancia actual entre los pasos de peatones existentes, que se sitúan a ambos extremos de la ocupación, con una distancia entre ellos de 650 metros.
Tal y como avanzó hace unos días el alcalde de Madrid, este paso peatonal podría estar listo en la primera quincena de agosto, una vez que se haya procedido a dotar a esa parte del puente de una estructura auxiliar que sostenga provisionalmente su peso. Se estima que esos trabajos de apuntalamiento y cimbrado se inicien en la última semana del mes de julio y tengan una duración de un mes.
Antes de finalizar la totalidad de los trabajos de cimbrado del puente, está previsto iniciar el desmontaje y demolición del primer tramo del ramal de Príncipe de Vergara, lo que permitirá habilitar un nuevo paso peatonal que dé continuidad al itinerario peatonal de la calle Francisco Silvela sin necesidad de rodear la ocupación de Príncipe de Vergara.
Se estima que este paso se podría materializar a finales de agosto o principios de septiembre, una vez retirada la estructura de los primeros tramos de ese ramal. Una vez finalizado el desmontaje del ramal, se iniciará la demolición del nudo situado sobre Príncipe de Vergara.
El viaducto se hará descansar sobre la cimbra, una estructura auxiliar diseñada para aguantar su peso de forma provisional. A continuación, se irá cortando la estructura mediante técnicas de serrado con disco o hilo de diamante en piezas que puedan ser transportadas en camiones tipo Dolly fuera de la obra hasta la zona que se habilite para su desbroce y separación del residuo de construcción y demolición y para su posterior traslado a un gestor autorizado.
Los trabajos de serrado se realizarán durante el día, mientras que los de carga y transporte se tendrán que realizar durante la noche debido al gran tamaño de los vehículos de transporte. Dada la necesidad de finalizar la demolición lo antes posible, está previsto que los trabajos se lleven a cabo de lunes a sábado.
En total, las labores de desmontaje de la estructura tendrán una duración estimada de cuatro meses y el presupuesto asciende a 9,3 millones de euros.
Futuro de la zona
Tras la desaparición del puente, el propio Almeida ha rechazado un nuevo scalextric o un túnel debido a las estructuras que hay en la zona y bajo el suelo, por lo que se están estudiando alternativas en superficie que permitan una movilidad sostenible.
Sobre cómo se reorganizará este espacio tras la desaparición del puente, Almeida ha trasladado que «se ha descartado un scalextric», ya que «es muy complicado un túnel por las infraestructuras que hay debajo», y se están estudiando «soluciones en superficie que garanticen una movilidad sostenible».
El alcalde ha indicado también que se está estudiando la reducción de carriles en la zona y la creación de un carril bici. Sin embargo, y tal y como ya expuso la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, serán los vecinos quienes decidan qué hacer tras la demolición del puente.
«Riesgo inaceptable»
El pasado viernes el Ayuntamiento de Madrid recibió un informe técnico de análisis de la situación estructural de este puente en el que se concluía que la estructura ha entrado en una franja de «riesgo inaceptable» y se señalaba su demolición como único escenario posible compatible con la seguridad del puente y de los usuarios.
Ante la gravedad de estas conclusiones y el riesgo de colapso de la estructura, las áreas de Obras y Equipamientos y de Medio Ambiente y Movilidad, junto a la Policía Municipal y la Empresa Municipal de Transportes procedieron de manera inmediata al vallado perimetral de la huella del viaducto y al corte del tráfico de vehículos y peatones sobre y bajo la estructura con objeto de evitar cualquier peligro.
También desde el mismo viernes se procedió a señalizar las obras y los desvíos alternativos tanto en las inmediaciones del ámbito como en zonas más alejadas.