La red madrileña de oficinas de farmacia está afrontando uno de los momentos «más difíciles de su historia» desde que el Gobierno decretara el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo, y «la falta injustificada de material de protección expusiese a sus profesionales sanitarios al riesgo de contagio del coronavirus COVID-19 en su afán de atender a la población», exponen desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid en un comunicado.
Primero se registró una sucesión de bajas laborales que obligaron a reducir, en un primer momento, los horarios de atención; más tarde se hizo inviable mantener abiertas las farmacias como consecuencia de la COVID-19 y se notificaron los primeros cierres temporales; y, por último, la farmacia madrileña tuvo que lamentar el fallecimiento de los primeros farmacéuticos en esta crisis sanitaria.
Resultado de las múltiples bajas registradas han sido las 243 notificaciones recibidas de 201 oficinas de farmacia hasta hoy, día 27 de abril, para comunicar cambios de horario y cierres temporales motivados por la pandemia. En 186 casos, se ha tratado de reducciones de horario de atención al público que se corresponden con 174 oficinas de farmacia. Solo en cuatro casos se ha tratado de ampliaciones de horario.
En los casi 50 días de una pandemia que ha paralizado el mundo, «la farmacia madrileña ya ha pagado un alto precio por su compromiso sanitario para seguir prestando un servicio de atención farmacéutica que el Gobierno decretó como esencial para la población».
“Lo más duro ha sido la pérdida irreparable de compañeros tan cercanos y entrañables para todos nosotros que han demostrado su vocación y entrega hasta el final”, lamenta el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Luis González Díez. En total, la farmacia madrileña suma 11 farmacéuticos y un auxiliar fallecidos. Doce profesionales sanitarios que han dejado su vida en esta epidemia y por los que la farmacia madrileña está de luto.
«Afortunadamente, lo peor de esta primera fase de la pandemia parece que se está dejando atrás», indican. La red de farmacias contabiliza 20 reaperturas y son solo 10 oficinas –9 en la capital- las que permanecen todavía en situación de cierre temporal como consecuencia del virus.
Para González «el esfuerzo profesional por sobreponerse a las numerosas bajas laborales y seguir cerca de la población como auténticos profesionales sanitarios y personal de farmacias ha sido evidente». Alrededor del 11,5% de los profesionales que trabajan en la red madrileña de farmacias ha notificado su baja laboral a la Seguridad Social por COVID-19 durante las últimas seis semanas, especialmente durante la última quincena de marzo, cuando se registraron el 90% del total de bajas. En abril, en cambio, se aprecia un importante descenso y un cambio en la codificación de las bajas, al pasar de Contingencia Común a COVID-19.