Para cerrar esta semana, que coincide con el fin del mes de febrero y el inicio del mes de marzo, os proponemos… una doble escapada de domingo a la Sierra Norte de Madrid: La Cabrera y Gargantilla del Lozoya.
En la Sierra Norte y más concretamente a los pies de la Sierra de La Cabrera, se encuentra este municipio del mismo nombre al que nos dirigimos esta semana para conocer de cerca su importante legado cultural y el atractivo de su entorno, con la posibilidad de recorrer la zona a través de sus rutas. ¿Estás preparado?
Como amantes de las escapadas que somos, en esta ocasión hemos pensado acompañaros hasta la localidad madrileña de La Cabrera que, enclavada en un entorno único, nos brinda la posibilidad de disfrutar del tiempo de ocio, combinando la riqueza de su legado cultural, con sus actividades al aire libre.
Muy cerca de la capital, se encuentra este municipio declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de ‘Zona Arqueológica’, que en tiempos de ocupación musulmana se situaba en la llamada ‘Tierra de Nadie’ o ‘Marca Media’, y no fue hasta más adelante, tras pertenecer al Señoría de Buitrago, cuando se incorporó a nuestra región.
Esta población se encuentra en la Sierra de la Cabrera, una impresionante joya natural en la sierra madrileña, formada por rocas plutónicas, que confieren a la zona una extraordinaria belleza, además de las características suficientes para realizar montañismo y escalada.
Un auténtico paraíso para los amantes de las actividades al aire, ya que desde aquí, es posible realizar diferentes rutas a pie o en bicicleta, con diferentes niveles, para recorrer sus alrededores, donde se encuentra el Pico de la Miel, quizá el más famoso de la zona. Un plan perfecto para realizar en familia, con amigos, o… ¡como tú decidas!
No podemos pasar por alto, su rico legado cultural con el Potro de Herrar, la Fuente de Santa María Egipciaca, las Tumbas del Moro, la Iglesia Parroquial Inmaculada Concepción, o los restos arqueológicos del Cancho Gordo, entre otros puntos de interés. Mención especial merece el Convento Monasterio de San Julián y San Antonio que el pasado mes fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento.
Se trata de una construcción de estilo románico, ubicada a casi dos kilómetros del casco urbano, en plena naturaleza, cuyos orígenes se remontan a los siglos XI y XII, posiblemente perteneciente a los monjes benedictinos. Posee la iglesia de tres naves, crucero y cabecera de cinco ábsides semicirculares escalonados con cubierta de bóveda de cañón, y una torre erigida en dos periodos diferentes. No puedes marcharte sin recorrer sus jardines ubicados en el interior, un agradable paseo en el que encontrarás fuentes y estanques.
Para coronar esta visita, siempre puedes saborear su gastronomía en cualquiera de los locales del municipio. ¡Sin duda una opción que te dejará un buen sabor de boca!
Gargantilla del Lozoya
A menos de una hora de la capital se encuentra Gargantilla del Lozoya, un municipio que se caracteriza fundamentalmente por la belleza de sus paisajes, su historia, su cultura, y por qué no, por su gastronomía. Hasta allí nos dirigimos también esta semana, aprovechando que el pasado año fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC), los restos de la ermita de Santiago. ¡Acompáñanos!
Gargantilla del Lozoya y desde 1753 Pinilla de Buitrago, son dos núcleos de población que forman un único municipio. Para poder llegar hasta allí, nos dirigimos a la zona norte de la región, en plena Sierra de Guadarrama, ya que el término municipal se encuentra en el margen izquierdo del río Lozoya al pie de los Montes Carpetanos y de la Cordillera de Somosierra, un lugar donde podrás respirar aire puro y disfrutar de una jornada diferente con amigos, en pareja o en familia. ¡Tú decides!
Los orígenes del municipio, se remontan a su fundación por vecinos de Garganta de los Montes, que o bien huían de una epidemia mortífera o por no querer pagar los impuestos que les correspondían. En aquella época, cerca del siglo XV, estaba compuesto por un tercer núcleo de población llamado Santiago, a día de hoy desaparecido. Como curiosidad, os contamos que aquí tuvo lugar la ceremonia de proclamación de Juana ‘la Beltraneja’, como princesa heredera del trono de Castilla, además de sus desposorios con el Duque de Guyena, hermano de Luis XI de Francia.
Pasear por esta zona nos permitirá disfrutar de una belleza sin igual, parajes repletos de grandes fresnos, robles y encinas, que junto a la posibilidad de ver diferentes especies animales convierten la jornada en la delicia de los amantes de las rutas y el senderismo, ya que muy cerquita de aquí, se encuentra el embalse de Riosequillo y el Cerro de la Cruz, hacia el que parten diversas sendas.
De hecho, entre los dos núcleos, y a través de un agradable paseo que podrás realizar a pie, en bicicleta o a caballo, se encuentran los restos de la ermita de Santiago, espacio que en 2019 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Sitio Histórico.
Esta construcción, que conserva las paredes, la bella espadaña y en la entrada su arco de estilo mudéjar, ha sido testigo de importantes hechos bajo el reinado de Enrique IV de Castilla, y es una visita obligada si os decidís a visitar Gargantilla del Lozoya.
Nos dirigimos nuevamente a su casco histórico, y recorriendo sus calles y puentes, viajamos en el tiempo para descubrir que aquí convivieron tres culturas, la cristiana, la hebrea y la árabe. No te vayas sin visitar su iglesia parroquial de San Benito Abad en el casco histórico.
Ahora, parece buen momento para dejarte llevar por los placeres del paladar, ¿verdad? Con una tradición culinaria típicamente serrana que incluye verduras de su propia huerta y carnes de su ganadería, los locales allí presentes sorprenden a sus comensales con esmeradas propuestas para garantizar una experiencia completa y única.
¡Disfruta con nosotros de este rincón tan especial, muy cerca de la capital!
Fuente, texto y fotos: Turismo Madrid.
1 comment
En efecto son lugares preciosos.