El consumo de agua en la Comunidad de Madrid no hace más que crecer: el consumo total desde que arrancó el año 2019 es el más alto desde 2012.
El Canal de Isabel II está estudiando instalar en los hogares madrileños de nueva construcción una segunda tubería con el fin de usar agua reciclada en el retrete y la lavadora.
Según exponen desde la empresa pública madrileña, el uso de agua potable para, por ejemplo, el retrete cuando tiramos de la cadena es «un lujo que ya no nos podemos permitir».
Estiman que el 70% del agua potable que consumimos, 136 litros por persona y día, se va en el lavabo, el retrete y la ducha. Concretamente, cada vez que tiramos de la cadena consumimos del tirón hasta 10 litros de agua potable, o cada vez que fregamos los platos consumimos 100 litros de agua apta para el consumo humano.
Ante ello, desde el Canal de Isabel II están planteándose seriamente el crear un sistema de doble tubería en las viviendas de nueva construcción, con el fin de recoger todo el agua usada en la lavadora, el lavavajillas, fregadero, lavabo y ducha, filtrarla y posteriormente almacenarla, con el fin de darle un nuevo uso cuando tiramos de la cadena en el retrete o incluso en la lavadora.
Actualmente, el uso de agua reciclada es una realidad para el riego de parques, jardines y el baldeo de calles. Desde la empresa de agua madrileña se estima un ahorro total de agua potable equivalente al consumo de una gran ciudad con 400.000 habitantes.
La Comunidad de Madrid llama al consumo responsable ante el incremento
El consumo de agua en la Comunidad de Madrid no hace más que crecer. El consumo total desde que arrancó el año 2019 es el más alto desde 2012, con 430,8 hectómetros cúbicos de agua derivada para consumo: un dato que supera en 5,3 puntos al consumo registrado en los 10 primeros meses de 2018.
A pesar de que la situación hidrológica en la Comunidad de Madrid es estable, el alza en el consumo y la incertidumbre sobre el comportamiento del régimen de lluvias durante el año hidrológico que acaba de comenzar llevan a Canal de Isabel II a solicitar a los ciudadanos su colaboración en el uso eficiente y responsable del agua.
Incide que pequeños gestos de una gran colectividad, como cerrar el grifo durante el lavado de dientes, ducharse en lugar de bañarse o usar lavadora y lavavajillas a carga completa, pueden ayudar a realizar una demanda sostenible de un recurso imprescindible, pero limitado.