Este proyecto de soterramiento se encuentra reflejado en el acuerdo suscrito por PP y Vox de cara a la investidura de José Luis Martínez-Almeida como alcalde de la capital, concretamente en el punto 44.
El Ayuntamiento de Madrid destinará en sus Presupuestos para 2020 una partida de alrededor de 60.000 euros con el objetivo de analizar la viabilidad del soterramiento de la Gran Vía.
Este estudio se hará a través de un concurso recientemente convocado, un concurso público y abierto, que permita conocer cuál sería el coste y los inconvenientes de soterrar la Gran Vía.
Así lo adelantó la concejal delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero, durante la Comisión del Área celebrada el pasado mes de septiembre tras ser preguntada por este tema por la socialista Mercedes González.
Este proyecto de soterramiento se encuentra reflejado en el acuerdo suscrito el pasado 15 de junio por PP y Vox de cara a la investidura de José Luis Martínez-Almeida como alcalde de la capital, concretamente en el punto 44: «se estudiará la viabilidad técnica y económica del soterramiento de la Gran Vía, como vía de circulación alternativa y aparcamiento subterráneo».
Durante su intervención, García Romero reprochó al PSOE su «política de la prohibición» y de su estrategia de «moverse por la ideología» mientras que el Gobierno municipal se mueve por «buscar alternativas» e incidióo en que «por supuesto» que el PP va a cumplir sus acuerdos con Vox, «no como hizo Ahora Madrid con el PSOE».
Como respuesta, la edil socialista Mercedes González le recordó que este proyecto de soterrar la Gran Vía ya se desechó en la década de los 50, cuando el arquitecto José Paz Maroto presentó un túnel que uniría por el subsuelo la plaza de Cibeles y la calle San Bernardo, con el fin de atajar los problemas de ruido y tráfico que en esa época comenzaban a producirse en el centro de Madrid.
