- Del diálogo con los grupos municipales saldrá, en el primer trimestre de 2020, un acuerdo marco que guiará la reforma que se diseñe y ejecute durante el mandato.
- Uno de los objetivos de la reforma pasa por «incrementar el trabajo directo con los usuarios en detrimento de la burocracia actual que resta tiempo efectivo a los profesionales».
- La Dirección General de Innovación y Estrategia Social, de reciente creación, recabará datos y propondrán las mejores soluciones para los problemas de los madrileños.
- Del diagnóstico inicial de la situación social de la capital se desprende que cada vez hay menos niños, más personas mayores y mayor pobreza.
El delegado del Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, ha anunciado hoy en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, la intención de realizar una «profunda reforma» de los servicios sociales de Madrid que convertirá a la capital en un referente europeo en la atención social.
El Ayuntamiento de Madrid partirá de un diagnóstico inicial sobre la situación social en la ciudad de Madrid, que ha sido presentado hoy en la Junta de Gobierno, del que se desprende que cada vez hay menos niños, más personas mayores y mayor pobreza entre la población.
Este diagnóstico será la base del diálogo con los grupos municipales, del cual saldrá un acuerdo marco, en el primer trimestre de 2020, que guiará la reforma que se diseñe y ejecute a lo largo de la legislatura.
Para ello se ha creado la Dirección General de Innovación y Estrategia Social, que está trabajando ya en recabar datos y en proponer las mejores soluciones para los problemas de los madrileños. “Queremos que los servicios sociales sean de calidad, que acompañen a los madrileños en todas las etapas de su vida y que sean cercanos para todos, que cualquiera pueda acudir a ellos cuando los necesite”, ha señalado Aniorte.
Además, el delegado ha lamentado que “Madrid tenga una asistencia social marcada por la burocracia, que resta tiempo al trabajo social con las personas y que no sirve para los retos del siglo XXI”.
Por eso, uno de los objetivos de esta reforma es que haya menos burocracia, que ocupa entre el 50 % y el 60 % del tiempo de los profesionales, y más trabajo directo con los usuarios, en el que los tiempos de atención disminuyan considerablemente. En la actualidad, el tiempo de espera para una primera cita es, de media, de 29 días y aumenta a más de 60 días en distritos como Fuencarral-El Pardo o Villaverde. Estos tiempos, según ha señalado el delegado, deberían estar entre 8 y 10 días.
Por otra parte, la reforma que se plantea desde el Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social pretende lograr que los servicios sociales no sean sólo un expendedor de ayudas, sino que realmente sirvan para que los usuarios puedan resolver sus problemas y esto se conseguirá, según Aniorte, a través de la prevención e implicando a todos los agentes involucrados. “Hablaremos y escucharemos a todo el mundo: partidos, asociaciones, colegios profesionales, sindicatos…”, ha dicho el delegado.
Situación de la ciudad
Actualmente en Madrid hay menos población infantil que en etapas anteriores. Mientras que en 1985 había 35 niños por cada 100 adultos, en 2018 esta cifra disminuyó a 25 por cada 100 adultos.
Por el contrario, cada vez son más las personas mayores y, si en 1989 había 15 personas con edades comprendidas entre 65 y 84 años por cada 100 adultos, en 2018 esta cifra aumentó a 23. En el caso de los mayores de 85 años, en 2018 estos eran 4 de cada 100 madrileños, mientras que en 1989 tan sólo había un madrileño de esta edad por cada 100 habitantes.
El 40 % de las mujeres mayores de 65 años no cobra pensión contributiva, lo que provoca el empobrecimiento de este sector. A medida que estas mujeres tienen más edad, el porcentaje de las que cobra pensión disminuye aún más, mientras que prácticamente todos los hombres por encima de 65 años recibe una pensión.
También existe en la actualidad riesgo de pobreza entre la población más joven que es más acusado entre las mujeres, de las cuales un 55,9 % percibe bajos ingresos. Ese riesgo de pobreza es del 32,1 % entre quienes tienen entre 16 y 29 años y del 33,3 % en el sector de la población con edad comprendida entre 30 y 44 años.