Este centro hospitalario de 167 años de vida atiende a una población de 323.000 personas y durante 2018 tuvo 15.750 ingresos, llevó a cabo 455.000 consultas externas y sus Urgencias atendieron a 101.500 pacientes.
El Hospital de La Princesa, situado en el distrito madrileño de Salamanca, ha sufrido pérdidas de casi 300.000 euros tras un doble fallo eléctrico que desconectó durante dos días el sistema de enfriamiento de una de las neveras de la Farmacia.
Aunque los hechos ocurrieron el pasado 29 de abril, la noticia no ha trascendido hasta hoy. Al parecer, una sobrecarga del sistema eléctrico produjo un fallo del suministro a una de las neveras, haciendo que esta alcanzara temperaturas de hasta 16 grados centígrados.
A este fallo primario hay que añadir otro secundario en el sistema de control automático de la temperatura, que no se activó al detectar esta pérdida de frio. Los trabajadores de la Farmacia no se dieron cuenta de este problema hasta dos días después, el 1 de mayo, ya que al parecer no se hicieron pedidos en esos dos días y por tanto no hubo necesidad de acceder a esta cámara frigorífica.
Tras solucionar este grave problema y volver a poner en marcha la nevera, los medicamentos contenidos en esta cámara, valorados en 297.818,83 euros, fueron puestos en cuarentena. Sin embargo, y tras contactar con los diferentes laboratorios para conocer su estabilidad a altas temperaturas, la totalidad de fármacos fueron destruidos.
Ante ello, desde el PSOE en la Asamblea de Madrid han solicitado, a través de su portavoz José Manuel Freire, un informe sobre lo ocurrido y, si no quedan satisfechos con estas explicaciones, la comparecencia del recientemente reelegido consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruíz Escudero.
Los socialistas madrileños inciden además en que, si la investigación se concluye con que ha sido responsabilidad de la empresa encargada del mantenimiento en el hospital, se le debería reclamar una indemnización por los daños ocasionados.
Desde Sanidad aseguran que se está investigando lo ocurrido y explican que se ha establecido un control visual de la instalación, que se debe hacer al menos una vez en cada turno de los trabajadores.