La diócesis de Madrid encara el final del Año Jubilar Mariano, concedido por el Papa Francisco con motivo del 25 aniversario de la catedral madrileña de Santa María la Real de la Almudena. Aparte de la Misa de clausura del próximo día 15, el cardenal Osoro «soñaba que debíamos finalizarlo haciendo un gran homenaje a nuestra Santísima Madre».
Con este sueño en la cabeza, planteó a un amigo en común, Enrique Ortuño, que este homenaje lo realizará Plácido Domingo, del que admira «su arte, pero también su sencillez, bondad y cercanía». A pesar de sus numerosísimos compromisos, al músico le faltó tiempo para aceptar la propuesta en un encuentro allá por Navidad.
Pocos meses después, este viernes, 7 de junio, «aquella conversación se convirtió en realidad» y Plácido Domingo rindió un precioso tributo a la patrona de Madrid, acompañado por Belén Elvira, Raquel Lojendio y Estíbaliz Martín, y la orquesta y coro Filarmonía de Madrid, dirigido por Jordi Benácer.
Con los Ave María de Macagni y Schubert y con La plegaria de lo tres amores de Fermín M. Álvarez arrancó los entusiastas aplausos de las 900 personas que abarrotaban el templo y las 4.500 que seguían el concierto a través de las pantallas instaladas en la plaza de la Almudena. Durante una hora y cuarto se sucedieron piezas de Rossini y Puccini, entre otros, con la intervención también de los niños de la escolanía de Santa María la Blanca.
Para poner el broche de oro, Domingo y el resto de intérpretes unieron sus voces para cantar el himno de la Almudena: «Salve, Señora de tez morena / Virgen y Madre del Redentor, / Santa María de la Almudena, / Reina del Cielo, Madre de amor. / Santa María de la Almudena, / Reina del Cielo, Madre de amor».
En agradecimiento por el concierto, el arzobispo de Madrid hizo entrega al músico de una pequeña imagen de la Virgen. «Esto nos traerá bendiciones a toda la diócesis de Madrid», dijo el purpurado.
Acto seguido, todos salieron a saludar al público congregado frente al Palacio Real, que agradeció con un sonoro aplauso el gesto.
Entre los presentes también estuvieron el arzobispo emérito de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela; el arzobispo emérito de Sevilla, cardenal Carlos Amigo; los obispos auxiliares monseñor José Cobo y monseñor Jesús Vidal; el vicario general, vicarios y presbíteros; así como miembros del cuerpo diplomático, militares, concejales y otros integrantes de la sociedad civil.