- Los periodistas Montserrat Domínguez y Carlos Franganillo han leído un manifiesto de diez puntos en el que alertan de las amenazas que padece la Unión Europea y llaman a la participación en los próximos comicios del día 26.
- La alcaldesa pide abrir la puerta a la participación ciudadana en las decisiones del Parlamento y la Comisión Europea.
Madrid ha renovado un año más su vocación europeísta y su compromiso con la Unión Europea en un acto que viene repitiéndose desde hace cuatro décadas: la izada de bandera de la Unión en presencia de la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, responsables del Parlamento y la Comisión Europea, del Ministerio de Asuntos Exteriores, del Movimiento Europeo y de los distintos grupos políticos municipales.
La ceremonia ha estrenado este año escenario, la Plaza de La Villa, un emplazamiento “más acogedor” y donde está “el corazón de la historia de Madrid”, como lo definió Carmena, quien tuvo también un recuerdo especial para su antecesor Enrique Tierno Galván por haber iniciado hace 40 años esta ceremonia en la que Madrid reivindica y renueva sus lazos con Europa.
La conmemoración cobra este año especial trascendencia no solo por la inminencia de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán el próximo día 26, sino por las amenazas que acechan actualmente a la Unión.
“Tenemos que seguir luchando para que Europa no se contamine con esos nacionalismos que quieren empequeñecerle y hacerle perder su destino único”, alertó la alcaldesa, subrayando la responsabilidad que entraña esa defensa de lo conseguido hasta ahora. “Europa –dijo- es soñada, deseada, anhelada desde otros continentes y eso tiene que comprometernos aún más en no cejar en este avance constante de hacer una humanidad mejor. Ese es el inmenso reto. Si es anhelada es porque formamos parte de ese mundo en el que se están alcanzando unas cotas de desarrollo y vida personal extraordinarias”.
La misma reivindicación impregnaba los diez puntos del manifiesto que han leído los periodistas Montserrat Domínguez y Carlos Franganillo: “Europa es la respuesta, es voluntaria y supera la mera suma de los países miembros que la integran pero se encuentra bajo amenazas que obligan a un mayor compromiso ciudadano”.
Amenazas que hay que afrontar retomando el discurso de sus fundadores y alejándose de los localismos. “Es necesario desnacionalizar las ideas, superar el enfoque nacional, dejar de culpabilizar a Europa en base a intereses particulares e implicarse en pro de una comunidad con responsabilidades globales”. Una comunidad que ha de servir de ejemplo de cómo transmitir valores, administrar la diversidad y la complejidad y sin traicionarse “en cuestiones como la inmigración o la defensa de las libertades”.
También resaltaba la necesidad de “generar un sentido de pertenencia”, partiendo de la educación, la pedagogía y la emotividad. “Hay que pasar de saberse europeo a sentirse europeo, superando la comunidad de intereses por la de valores”. Dos herramientas indispensables en ese empeño: la cultura – “elemento adhesivo y vertebrador”-, y “la comunicación y el periodismo libre” que impliquen además a los jóvenes en la construcción de ese espíritu común.
Llamada a la participación
La alcaldesa expresó su deseo de que la ciudadanía madrileña sintiera las próximas elecciones europeas con la misma intensidad e implicación como siente las municipales y autonómicas. “Me gustaría que viéramos a Europa tan nuestra como esos ayuntamientos y comunidades a las que vamos a votar el próximo 26 de mayo”.
Y llevar mucho más lejos esa implicación. “Cuánto me alegraría que llenáramos de sugerencias nuestras decisiones sobre Europa, que cuando votemos, exijamos poder participar cada vez más. El avance tecnológico nos tiene que permitir que inundemos el Parlamento Europeo de ideas y de sugerencias porque las ciudades europeas formamos ese primera línea de avanzada que tiene que ir abriendo todavía más camino”.
De igual forma, el manifiesto terminaba con una llamada a la participación en unos comicios a los que calificaba de “decisivos” para generar ese nuevo escenario donde definir la “mejor versión de la UE”.