- El Protocolo estará vigente durante el tiempo que dure el episodio de contaminación.
- La velocidad de circulación en el interior de la M-30 y en las vías de acceso a la ciudad, ha quedado limitada a 70 kilómetros por hora, en ambos sentidos.
- Se informará a los ciudadanos a través de web municipal, paneles informativos de tráfico y DGT, CRTM/EMT, gabinete de tráfico, Emergencias Madrid y redes sociales.
El Ayuntamiento de Madrid ha activado el Protocolo de actuación para episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno, al superarse en dos estaciones de la zona 1 de la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire los 200 microgramos por microgramos/m3 de dióxido de nitrógeno (NO2) durante dos horas consecutivas, y siendo la previsión meteorológica desfavorable para los próximos días.
Con la activación del protocolo, la velocidad de circulación en la M-30 y en las vías de acceso a Madrid en el interior de la M-40, en ambos sentidos, queda limitada a 70 kilómetros por hora, a partir de las 06:00 horas de este martes, 26 de febrero. El Ayuntamiento de Madrid recomienda el uso del transporte público.
La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, firmará este martes el decreto de activación de este nuevo Protocolo, que estará vigente durante el tiempo que dure el episodio de contaminación y que dará paso a la activación de las sucesivas medidas de restricción de circulación comprendidas en el mismo, en el caso de que las superaciones se mantengan o se incrementen, y si las condiciones meteorológicas siguen siendo desfavorables.
El Ayuntamiento de Madrid anunciará antes de las 12:00 horas del mediodía las medidas a aplicar el miércoles 27. La ciudadanía estará informada de las restricciones al tráfico a través de la web municipal, paneles informativos de tráfico y DGT, CRTM/EMT, gabinete de tráfico, Emergencias Madrid, sitio web y redes sociales.
El nuevo Protocolo de medidas a adoptar durante episodios de alta contaminación, aprobado el pasado 27 de septiembre, ha entrado en vigor nuevamente este mes de diciembre. Su objetivo es “mejorar la calidad del aire de la ciudad y, por tanto, aumentar la protección de la salud de la ciudadanía frente a los efectos nocivos de los episodios de alta contaminación, y muy especialmente la de los colectivos más vulnerables como niños y niñas, personas mayores y con problemas respiratorios, así como mujeres embarazadas”.