- La investigación comenzó tras la denuncia de varios facultativos a quienes les habían sustraído talonarios de recetas, sellos de facultativos y tarjetas sanitarias.
- Los arrestados falsificaban las recetas para adquirir fraudulentamente el fármaco, que era transportado hasta Marruecos donde se comercializaba en el mercado negro aumentando un 11.000 % su valor.
- Las pastillas se mezclan con hachís, alcohol, harina o colorante para elaborar una droga conocida como “karkubi”.
- En los cuatro registros realizados se intervinieron más de 33.000 pastillas, 581 recetas médicas, nueve sellos de facultativos, 14 tarjetas sanitarias y más de 48.000 euros en metálico.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en la provincia de Madrid a 28 personas que, presuntamente, formaban parte de una organización criminal dedicada a la falsificación de recetas médicas para adquirir benzodiacepinas. Se les imputan delitos contra la salud pública, falsedad documental, hurto, estafa y pertenencia a organización criminal.
Adquirían fraudulentamente en España el fármaco que, tras ser enviado a Marruecos donde se vendía a un precio muy elevado, se mezclaba con hachís y otras sustancias dando lugar a una droga conocida como «karkubi». En los cuatro registros realizados se intervinieron más de 33.000 pastillas, 581 recetas médicas, nueve sellos de facultativos y 14 tarjetas sanitarias.
Las investigaciones comenzaron a principios del presente año cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de numerosas denuncias de facultativos que manifestaban que les habían sustraído material médico de sus consultas -talonarios de recetas, sellos de facultativos y tarjetas sanitarias-.
Después de numerosas gestiones, los investigadores constataron que se encontraban ante un grupo delincuencial que falsificaba las recetas previamente sustraídas para conseguir medicamentos fraudulentamente. Lo hacían de manera manuscrita o con avanzados métodos informáticos pero con tal precisión que parecían auténticas y resultaba casi imposible detectarlas.
Compraban hasta 20 cajas al día
En un primer momento los fármacos eran adquiridos en Madrid, pero el cerco policial y las cada vez mayores trabas de los farmacéuticos para dispensar el medicamento, hizo que ampliaran su radio de compra hasta Castilla la Mancha, Castilla y León y la Comunidad Valenciana.
Desde la capital se trasladaban en grupo a esas comunidades autónomas y cargados de recetas falsas se distribuían por las farmacias obteniendo 15-20 cajas por persona al día.
Inmediatamente estos fármacos eran entregados a uno de los cabecillas del grupo a cambio de una cantidad económica -30/40 euros por caja-. Éste, a su vez, se los llevaba a otro de los integrantes de la organización que era el encargado de almacenarlas y organizar el transporte periódico a Marruecos.
Los miembros de este grupo criminal adoptaban muchas medidas de seguridad para evitar ser identificados, cambiaban constantemente de domicilio, de teléfono y de vehículo –hasta seis coches diferentes utilizaron un mismo día-. Tras la identificación y localización de los autores, los agentes les detuvieron y fueron puestos a disposición judicial. Las investigaciones continúan abiertas y no se descartan nuevas detenciones.
A principios del mes de junio los agentes realizaron cuatro registros domiciliarios -dos en Madrid y dos en Parla- en los que se intervinieron más de 33.000 pastillas, 581 recetas médicas, nueve sellos de facultativos, 14 tarjetas sanitarias, más de 48.000 euros en metálico, seis vehículos de alta gama y una troqueladora de matrículas. Estos medicamentos intervenidos podrían haber adquirido en el mercado negro un valor de 150.000 euros.
Una droga consumida en los estratos sociales más desfavorecidos de Marruecos
El principio activo de este medicamento se utiliza para elaborar una droga conocida como “karkubi”, consumida en los estratos sociales más desfavorecidos de Marruecos. Los agentes han podido constatar que, una vez en Marruecos, las pastillas eran comercializadas en el mercado negro aumentando su valor en un 11.000%.