- Un total de 28 profesionales del Hospital Gregorio Marañón forman la primera Comisión de Impresión 3D Hospitalaria, un órgano pionero en España que impulsará los nuevos usos de esta tecnología en el centro.
- El Marañón introdujo en 2013 la impresión 3D como herramienta para la planificación preoperatoria y la ejecución quirúrgica en el Servicio de Traumatología.
- Actualmente otros 17 servicios médico-quirúrgicos del centro se han sumado al uso de esta tecnología.
El Hospital Gregorio Marañón ha constituido por primera vez una comisión de impresión 3D hospitalaria, todo un hito y un gran paso para promover e impulsar la fabricación en el propio centro de soluciones médicas personalizadas mediante tecnología de manufactura aditiva por impresión 3D.
La impresión 3D médica se aplica en el hospital desde el año 2013, que comenzó con impresoras 3D de sobremesa facilitadas por el Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología con el fin de fabricar biomodelos osteoarticulares y biorréplicas de diversas patologías traumáticas, degenerativas y tumorales.
En el año 2015 se puso en marcha el laboratorio de impresión 3D médica (FabLab clínico) dotado con seis impresoras 3D con las que se abrió la posibilidad de ofrecer soluciones específicas para cada paciente fabricadas en el propio hospital y por los propios profesionales del Marañón, dando respuesta a necesidades de planificación preoperatoria y ejecución quirúrgica de más de 12 especialides médicas.
Los modelos médicos impresos en 3D facilitan la planificación prequirúrgica y sirven durante la cirugía para mejorar la precisión de la técnica quirúrgica, pero además son una excelente herramienta comunicativa.
Ya en 2017 se elaboró un documento de consenso firmado por 24 Servicios Hospitalarios, en el que se recoge la variedad de aplicaciones actuales que tiene la impresión 3D en sus respectivas áreas de especialización, así como las aplicaciones futuras dependientes de nuevos desarrollos y la incorporación escalonada de nueva tecnología.
Durante este tiempo se ha defendido la filosofía de fabricación “bedside 3D printing” o impresión 3D de cabecera, donde el proceso de fabricación de los biomodelos y las guías quirúrgicas empieza y termina en el propio paciente, fundamental en la era de la medicina personalizada y de precisión.
El Marañón vuelve a ser pionero con la constitución de una Comisión de Impresión 3D hospitalaria que está compuesta por 28 miembros del centro, con representación de la Subdirección de Sistemas de Información, Ingeniería hospitalaria, 18 servicios médicoquirúrgicos, Farmacia hospitalaria, Enfermería, Compras, Calidad, Instituto de Investigación, Unidad de Innovación, y Comunicación.
Entre los objetivos de esta Comisión está la certificación ISO del proceso de impresión 3D en entorno hospitalario, la implementación de nuevas soluciones de impresión 3D en el área de los implantes biocompatibles y no reabsorbibles, la bioimpresión de tejidos y productos bioactivos, así como promover un programa de formación integral en impresión 3D hospitalaria y mejorar la visibilidad de esta tecnología y sus aplicaciones en el actual marco hospitario y regulatorio.
Nuevas aplicaciones
El Hospital Gregorio Marañón está reconocido a nivel nacional e internacional como referente en innovación clínica y transnacional de la tecnología 3D, lo que ha permitido ser pioneros en el uso de la impresión 3D de escritorio como herramienta médica, implementando la manufactura in-house o propia como rutina de fabricación, o la hibridación con otras tecnologías 3D como la realidad virtual y mixta en entorno quirúrgico real, y ahora con la constitución de esta Comisión de Impresión 3D Hospitalaria se pone a la cabeza de la impresión 3D colaborativa, intrahospitalaria e integral en un nuevo concepto de fabricación en salud: la manufactura en el punto de atención o manufactura POC (point-of-care manufacturing).
Se trata de una fabricación in-house donde se fabrican modelos anatómicos personalizados, ayudas quirúrgicas paciente-específicas, prótesis e implantables, adaptados, bioestructuras y tejidos, todo basado en datos personales de imagen médica de los propios pacientes. Entre sus
objetivos está el crear un hub, es decir un centro o punto de encuentro, de impresión 3D donde las soluciones de manufactura hospitalaria personalizada se compartan con otros centros que se vayan incorporando a esta red, filosofía de trabajo que se adapta a la nueva realidad de la medicina 4.0.
Por el Laboratorio de Impresión 3D del Marañón rotan estudiantes del grado de ingeniería biomédica de las Universidades Carlos III de Madrid y Politécnica, que se forman en esta tecnología médica disruptiva trabajando sobre casos clínicos reales junto a sus médicos responsables. En este Laboratorio se han completado con éxito desde 2015 un total de 785 proyectos de impresión 3D, invirtiendo más de 2.900 horas de impresión 3D.