El Servicio de Aparato Digestivo del Hospital La Paz ha organizado el primer encuentro de pacientes con síndrome del intestino irritable que se celebra en la Comunidad de Madrid. El hospital dispone de una Unidad de Trastornos Funcionales, con dos consultas a la semana, que en los últimos dos años ha atendido a cerca de mil pacientes, duplicando su actividad asistencial desde que comenzó a funcionar en el año 2014.
La Unidad de Trastornos Funcionales del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario La Paz considera un pilar básico en el tratamiento del síndrome del intestino irritable trasladar una buena información y trabajar codo a codo con los pacientes porque esto mejora los síntomas y garantiza una mejor calidad de vida.
En la primera reunión de pacientes con colon irritable que se celebra en la Comunidad de Madrid se ha abordado la enfermedad desde un punto de vista multidisciplinar, con especialistas en Aparato Digestivo, Psiquiatría y Salud Mental, Nutrición y con el testimonio del paciente.
En 2014, el Hospital La Paz creó la Unidad de Trastornos Funcionales para tratar, además del síndrome de intestino irritable, enfermedades motoras del esófago, gastroparesia, estreñimiento crónico, incontinencia fecal, diarrea funcional, asma de difícil control, síndrome de resección anterior baja, intolerancias y alergias alimentarias, alteraciones en intestinales por cirugías abdominales, endometriosis o dolor abdominal crónico. La unidad está ubicada en el Hospital Carlos III, con dos consultas a la semana. Actualmente participa en tres ensayos clínicos internacionales y cuatro ensayos nacionales.
Más mujeres que hombres
El síndrome de intestino irritable es un trastorno funcional digestivo que se caracteriza por la presencia de dolor abdominal recurrente asociado a alteraciones del ritmo deposicional, ya sea en forma de estreñimiento, diarrea, o de ambas; la hinchazón y la distensión abdominal son también muy frecuentes.
En la actualidad es uno de los mayores problemas de salud digestiva en el mundo debido a su alta prevalencia, afecta a un 11,2 por ciento de la población mundial. En un estudio realizado en España se observó que la prevalencia es entre 2 y 4 veces mayor en mujeres que en hombres.
Esta enfermedad puede asociarse a otros problemas como pirosis, aerofagia y otras enfermedades como fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, ansiedad o depresión. Es una enfermedad crónica y recurrente, que aunque en la mayoría de las ocasiones no se considera grave, si puede afectar de forma importante a la calidad de vida de los pacientes, tanto en la esfera personal, como social y laboral.
En los últimos años se ha avanzado en su diagnóstico, y aunque no tiene un tratamiento curativo, se apuesta por un abordaje multidisciplinar con medicamentos, consejos dietéticos y apoyo psicológico.